miércoles, junio 26, 2013

XCOM: Enemy Unknown

Sí. Lo reconozco. Por mucho que hable de los juegos antiguos. Por mucho que presuma de ser de la raza superior de poseedores de un Commodore Amiga 500. Pero reconozco que nunca he jugado a UFO: Enemy Unknown. O a cualquiera de sus innumerables secuelas. Bueno, reconozco que sí que le eche un par de horas al shooter ese en tercera persona, pero no es lo algo de lo que presumir. Así que ha llegado el momento de ponerle remedio a mi virginidad en un clásico... jugando el remake del año pasado hecho por Firaxis: X-COM: Enemy Unknow. ¿Estará a la altura del original? Pues ni idea, porque no lo he jugado. Así nos ahorramos las comparaciones, que son odiosas.

La verdad está ahí dentro (del juego, digo)

XCOM nos sitúa en algún momento del futuro cercano. Todas las naciones de la tierra están jugando al habitual "Corea del Norte amenaza y el resto la ignoramos" cuando se empieza a detectar un incremento de avistamientos de objetos voladores sin identificar. Esto no pasaría de ser un especial de Cuarto Milenio, pero los jerifaltes empiezan a tener motivos para preocuparse cuando empieza a desaparecer gente en las ciudades en las que ha habido avistamientos. Así que, ante la perspectiva de que los extraterrestres no vayan a aceptar sobres regalo para que dejen en paz a las familias de los políticos, los gobiernos del mundo deciden unirse por una vez y crear la iniciativa XCOM para defender la tierra en caso de ser necesario. Y en lugar de buscar un militar con experiencia o un científico de renombre, eligen a un gordo friki de 30 años que vive en casa de sus padres para liderar tan importante misión. Sospecho que para embolsarse la diferencia de salario, porque además me han hecho contrato de becario.

Además, contratando jubilados nos ahorramos un montón, que con la pensión que tienen están lo suficientemente desesperados como para trabajar por cuatro perras...

Y así es como empezamos. Tomando posesión de nuestro cargo en una base sita en alguna de las áreas en las que está dividido el mundo (las dos Américas, Europa, Asia, África y Oceanía), un equipo de cinco soldados (tampoco es que las naciones del mundo se hayan matado proporcionando recursos), un par de naves y un radar. Y con esto tenemos que descubrir qué quieren los alienígenas. Pero tranquilos. Antes de que a nadie le de un ataque pensando que va a poder resolverse todo usando la diplomacia, no. Hay cantidades ingentes de leches.

El juego está dividido en dos secciones. La normal es estar en nuestra base, ampliándola en lo que podamos con los fondos que recibimos de la colación mundial e investigando cómo defendernos de los hombrecillos verdes. Contratar nuevos soldados, entrenarles, conseguir armas y armaduras mejores, lanzar satélites que mejoren nuestra capacidad de detectar intrusiones y aumenten nuestra paga mensual... Todo eso mientras esperamos detectar algún platillo volante. 

Algunos harían cualquier cosa con tal de librarse de las guardias...

Y cuando lo encontramos soltamos a nuestros perros de presa. Un grupo de cuatro soldados, al menos al principio, que luego se puede aumentar hasta seis, que es desplegado sobre el terreno dispuesto a cagar Napalm a ritmo de la cabalgata de las valkyrias. En este modo, el juego pasa de ser gestión de recursos a táctico por turnos. Controlamos las acciones de nuestros soldados mientras matan E.T.s: abrir puertas o tirarlas abajo, atravesar ventanas o cristaleras, escalar tuberías de desagüe, cubrirse con todos esos sospechosos obstáculos que tienen la altura justa para dar cobertura parcial... Este es el modo de juego principal y en el que pasaremos la mayor parte del tiempo.

Y ya está. Añadimos puntos de experiencia a los soldados, que se van haciendo mejores con cada misión (si sobreviven, claro), la posibilidad de personalizar tanto su equipo como su nombre (cosa que no hice, porque dada la tasa de mortalidad temía perder a mis Chávez y Armavisca... minipunto para el que adivine la referencia) y algo de variedad en las misiones y tenemos un juego. Un juego bastante completo y divertido.

Bad boys, bad boys. What you gonna do? What you gonna do when they come for you...

Los gráficos están bastante bien. El sonido es... olvidable, pero eso está bien porque en realidad lo que pasa es que estás en tensión intentando que tu soldados más experimentados sobrevivan y no te das cuenta de que hay algo sonando de fondo. Lo grave es que la historia es también bastante olvidable. Pero el combate es divertido, por lo que tampoco importa demasiado. Y las animaciones de muertes espectaculares no son demasiado molestas. No os confundáis, la décimo novena vez que hay un zoom para mostrar un tiro es molesto, pero al menos pasa rápido.

¿Las pegas? Bueno, para empezar la parte de gestión de la base podría ser mejor, que ahora mismo es casi anecdótica. El combate aéreo es imposible al principio y se vuelve trivial con un avance tecnológico que se consigue más adelante. Los alienígenas apenas se mueven o actúan antes de que se les vea por primera vez. El cálculo de probabilidades a la hora de disparar se descontrola con cierta frecuencia (esos tiros a quemarropa con 10% de posibilidad de impacto...). A la cámara a veces le dan patatús. Las misiones son algo repetitivas. Y el juego es demasiado fácil en dificultad normal. De hecho recomiendo jugarlo como mínimo en clásico.

Thunderbirds are go!

Y aún así me parece un juegazo. Si te gustan los juegos tácticos, este es de los mejores. Y muy rejugable, ya que al aleatorizar básicamente todo, no habrá dos partidas iguales. La dificultad tras acabar por primera vez el juego pasa a ser completamente personalizable, ya que se desbloquea el poder configurar unos cuantos parámetros. Lo único de lo que no puedo hablar es del multijugador, ya que no lo he probado. Pero lo tiene. En resumen, creo que es un juegazo que merece mucho la pena.

TLDR: Hace al menos un año que deberíais haberlo comprado ya...

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