domingo, junio 30, 2013

Rock of Ages

Después de tanta entrada sobre videojuegos, toca algo de cine. Y nada mejor que recurrir a los clásicos. Clásicos como la película de 1918, Rock of Ages, del inmortal Bertram Phillips. Una película muda que cuenta la historia de un artista ateo que es convertido al catolicismo por una modelo irlandesa cuando esta posa para el mural de una iglesia. Una obra maestra de los comienzos del séptimo arte que obviamente no me he tragado. En su lugar lo que he visto es la película del 2012. La de Tom Cruise. Tengo serias dudas sobre mi elección.



Rock of Ages es una ¿comedia? romántica musical. Sí, debería ser la película perfecta para mí. Especialmente porque la música elegida es un recopilatorio de los grandes éxitos de los 80s. La película es una adaptación del musical de idéntico nombre estrenado en 2006. El musical es conocido por ser ligerillo, como casi todos los musicales que se dedican a reunir canciones famosas de otros, y algo gamberro, tanto por su temática como porque los personajes están continuamente rompiendo la cuarta pared. ¿Cuanto de eso se ha traspasado a la película? Pues el director, Adam Shankman, tiene entre sus obras dirigidas Hairspray, la fiesta piscinera de Zac Effron y varios episodios de Glee, entre los que se encuentra el destrozo de Rocky Horror. Esto va a ser desastroso.

La película cuenta la historia de Sherrie, una chica de un pequeño pueblo en un mundo solitario, cuyo sueño es convertirse en actriz. Para ello viaja de su nativo Paletoville a la ciudad del pecado, el Los Angeles de 1987. Como es una chica de pueblo, tarda unos cinco minutos en ser atracada y quedarse sin nada y en la calle. Pero por fortuna, conoce a un aspirante a rockero llamado Drew. Drew es camarero de uno de los locales rockeros más legendarios de toda la ciudad, el Bourbon, y convence al dueño para que contrate a Sherrie como camarera y así poder liarse en los descansos. Lo que sigue es la historia de amores y desamores entre los dos, aderezado con un político que quiere eliminar el Bourbon, el local, de la faz de la tierra por ir contra los valores éticos de la moral americana, los problemas monetarios del local y Tom Cruise. Mucho Tom Cruise.

¡Zas, Cruisazo en toda la cara!

Tom Cruise es Stacee Jaxx, el típico rockero pasado de vueltas, egocéntrico y carismático. En la obra original, este personaje era un capullo integral. Sin embargo, el señor Cruise además de actor también es el productor de la película, y su personaje se cambió para hacerle menos antagónico y darle más relevancia, añadiendo una subtrama entera para él y muchos minutos de metraje. ¿Y sabéis qué? Que es lo mejor de la película. La interpretación es digna de elogio y el personaje tiene cierto carisma así como algunas de las mejores canciones de la película.

El resto del reparto es aceptable. Para estar plagado de nombres famosos, da la sensación de que se les ha sacado poco partido. Los personajes principales, Sherrie y Drew, son sosos. No sé si por los personajes o por los actores, pero dan ganas de pegarles una paliza. Bueno, más a Drew que a Sherrie. Alec Baldwin está correcto como el dueño del local. También está muy mayor. ¡Cuanto ha llovido desde La Caza del Octubre Rojo!.  Bryan Cranston, el Heisenberg de Breaking Bad o el padre de Malcolm,  como el político de moral dudosa es entretenido. Catherine Zeta-Jones como la esposa del político es bastante entretenida. No, mal pensados. No por eso. Tiene buenas canciones y es muy expresiva bailando y cantando sin salirse del papel de mojigata. Paul Giamatti hace bien su papel de villano. Vamos, que dan ganas de pegarle. Y toneladas de cameos de rockeros famosos. Para el que conoca rockeros de los ochenta, que no es mi caso.

¿Es para patearle en la cara o no?

Y sin embargo, la película se me hizo aburrida. Los momentos con Tom Cruise estaban bien. Lonny, interpretado por Russell Brand, también da algo de vidilla a la película. Pero el resto es un poco mediocre. Al final estaba deseando que se acabase. Incluso a pesar de que la lista de canciones es bastante impresionante. Paradise City, Jukebox Hero, Wanted Dead or Alive, Rock you like a Hurricane o el himno "sí, nosotros podemos" por excelencia, Don't Stop Believing, son solo una muestra de las 23 canciones incluidas en la banda sonora. Y aún así, la película se hace algo pesada.

La historia es simplona, y está bastante edulcorada respecto a la del musical, y no hay muchos números que dejen huella, aunque aún así le tengo cierto cariño al mix de We are not gonna take it y We built this city (Spoiler Alert!!). Las voces no son las mejores para un musical en mi opinión. Vamos, no son Rusell Crow en Les Mis pero tampoco es que sean estelares. Y odio al personaje de Drew con todas mis fuerzas. Por si no se había notado. En defintiva, no puedo recomendar la película, aunque está bien si estás aburrido y con pocas ganas de pensar.

(1:15 aprox para la canción) De ella tengo poco que decir. La baba me lo impide. Por cierto, no os extrañe que si veis la película esta escena no esté (malditos mojigatos censuradores...)

TLDR: Carne de banda sonora de fondo mientras se hace otra cosa.

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