domingo, junio 02, 2013

Mean Streets: La opinión final

Bueno, bueno, bueno... Pues ya acabó nuestra odisea por meternos dentro de los pantalones de nuestro cliente y salvar al mundo de paso. Y ha llegado el momento de ver cómo de entretenido ha sido el camino.

Tu tu tutu tuturin... tutu turin... La tonadilla es superpegadiza...

Empecemos por las cosas buenas. El juego es divertido. No sé si se ha notado en mi relato, pero me lo he pasado bien jugándolo. Tiene un encanto especial que no sabría definir, es casi adorable. La mecánica de juego es muy simple. Ir de aquí para allá, registrar una habitación, interrogar a un sospechoso, llamar a los informadores... Creo que refleja relativamente bien lo que es ser un detective privado, teniendo que seguir pistas que a veces no llevan a nada y saber quién te miente y quién no.

Los gráficos además son bastante decentes. Otros juegos de su año son el Indiana Jones y la Última Cruzada y el Leisure Suit Larry III y este juego tiene gráficos más evolucionados. La digitalización de los personajes también resulta impresionante, así como las voces. La pena es que debido a lo que debían ocupar las voces y los gráficos, el juego apenas sí tiene sonidos y casi mejor ni hablamos de música (la tonadilla de la introducción es la única que se escucha). Aún así, desde un punto de vista tecnológico, es un juego notable.

Los gráficos del Indy no están mal, pero hay qeu reconocer qeu son algo más simples.

Y habiéndonos quitado eso de en medio... vamos a señalar sus faltas. La primera es que tiene un número innecesariamente alto de personajes. En mi agenda de direcciones tengo como 48 y sé que hay códigos de navegación que no apunté. Esto hace además que se pierda el foco de atención de la historia principal, ya que más de la mitad del juego, o todo él según se mire, consiste en ir de un lado para otro buscando las tarjetas y contraseñas. 

Se podría argumentar que la historia es además muy tópica, pero creo que es parte del encanto del juego, ya que no se toma demasiado en serio. La cantidad de chistes incluidos que se meten con el género del cine negro es muy abundante. Por no hablar de los que directamente son gracias incluidas porque sí, como la de que haya dos personajes que beben los vientos por una gorda que se llama Lightbody o que la prostituta local se apellide Lovetoy. 

O este tío. Reconozco que me parto con la expresión que tiene...

He de reconocer que quizá la historia fuera más llevadera si el interfaz fuera mejor. El juego se controla completamente por teclado. De hecho el simulador de vuelo tiene como 20 teclas aunque al final sólo uses el piloto automático. Por cierto, que las secciones de vuelo son muy tediosas ya que no sucede absolutamente nada en ellas, y puede llevar varios minutos ir de un lugar a otro. Me vi un anime de 24 episodios entero mientras jugaba al juego así que... imaginaos. 

El movimiento por las habitaciones no se salva tampoco. El personaje es muy muy lento. Además, tener que acceder a todo por los menús hace que intentar cualquier cosa lleve cierto tiempo. No hay inventario. O bueno, hay un inventario al que se puede acceder desde el speeder, pero que no podemos ver en las habitaciones. Esto significa que los objetos se utilizan de forma automática, pero también significa que si cogemos una caja, y no la hemos abierto antes, no sabemos lo que contenía. De hecho me pasó en la central de Ley&Orden que cogí un abrigo de un armario que contenía la llave de la caja fuerte, pero el juego no me informó de ello y me pasé un buen rato buscando hasta que intenté abrir la caja y descubrí que podía abrirla. Además, la colocación de algunos objetos es peregrina cuanto menos. Llaves dentro de cartones de zumo o de sandwiches, la comida para peces que aparece al mover una lámpara... Por fortuna, de este problema de inventario hay que eliminar el dinero, ya que nunca estuve a punto de quedarme sin dinero, incluso sin tener que recurrir a empeñar objetos en la pantalla de inventario.

Incluso se molestaron en tener un final alternativo para los torpes que no son capaces de meter las contraseñas a tiempo. Ejem...

Por no mencionar las escenas de acción. Las odio. Al principio del juego, cuando vas a visitar al testigo del suicidio de Carl Linsky, aparece la primera. Casi me hizo abandonar el juego. Luego le cogí el truco y las pasaba fácilmente, pero no dejan de resultar tediosas. Por fortuna, al final no hay tantas. Calculo que algo más de diez. Cansan, pero no llegan a ser aborrecibles. Salvo la del final, ya que sólo se puede guardar mientras se está en el speeder

El juego sin duda alguna tiene fallos, pero como ya he dicho, creo que la parte de jugar a ser detective privado merece la pena y el humor y las continuas referencias lo convierten en una buena experiencia. Una pena que las parte que no son aventura gráfica lo estropeen un poco, pero aún así diría que si alguien quiere probarlo, que lo haga. No se va a arrepentir.

TLDR: Aprobado.

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