lunes, abril 29, 2013

Limpiador profesional

Previously on Deimar's: Repartí yoyas. Seguí pistas falsas. Me enviaron un fax. Me culturicé en la universidad. And that's what you missed on Deimar's.


Pantallas de carga!! Yay el futuro!!!


Cuando entré en el pequeño apartamento de profesor me lo encontré completamente limpio. No, nadie lo había registrado. Simplemente, cualquiera de aquellos seres ebúrneos que con tanta insistencia pretendían que comprásemos productos de tal o cual marca habría colgado los ropajes ante la imposibilidad de conseguir esa limpieza. No voy a decir que no fuera un cambio agradable después de visitar el garito de Bash en la zona "noble".

Nada más entrar me encontré en una pequeña entrada con un recibidor y un fax. El fax contenía una nota algo críptica de un tal S.F. avisando a Carl de que tuviera cuidado, ya que al parecer los que se retiran del proyecto Overlord mueren. La nota era especialmente críptica ya que no tenía ni idea de qué era eso de Overlord ni mucho menos sabía quién era S.F.

Para ser un buen detective hay que ser también un buen ladrón

Rebusqué la casa del muerto y encontré varias cosas interesantes. La primera de ellas fue la contraseña de la caja fuerte dentro de un libro. Ahora sólo me faltaba encontrar la susodicha caja, pero como todo buen detective ya conocía el lugar más probable para la misma... detrás de un cuadro. Esperaba encontrar ahí todos los trapos sucios de Linsky, pero sólo encontré mil dolares que no me iban a venir mal como sobresueldo. La botella de caro whisky que tenía en la nevera me sirvió para pasar el mal trago de estar robándole a un muerto.

También encontré un par de notas rebuscando en la basura. Nadie dijo nunca que el trabajo de detective privado fuera glamuroso. La primera era una nota dirigida a la prometida de Linksy. En ella, el muerto le explicaba a su queridísima novia que la dejaba por su queridísima nueva novia, una tal Sandra Larsen (con la que había quedado el siguiente sábado según su agenda). Eso le daba un motivo a la "viuda" desde luego, pero no me imaginaba cómo podría haber matado a Linsky haciéndole tirarse por un puente.

La otra nota era más interesante. Era un recibo de alquiler. Al parecer Linsky había estado pagando un almacén en la costa durante los últimos meses. Incluso tenía el NC. A falta de algo mejor, y en ese momento empezaba a ver alejarse mi cheque y las piernas de Sylvia, sería mi siguiente parada.

Rebuscando en su escritorio encontré una cinta escondida. El muerto tenía también por casa otro de esos inventos que nunca se pasarán de moda: un reproductor portátil o walkman. Puse la cinta en el reproductor y me dispuse a comprobar si Linsky era más de Los Beatles o de Justin Beaber. Lo que escuché me dejó pensando que jamás iba a poder comprobar cuanto relleno usaba Sylvia en su sujetador....

Ïa! Ïa! (me recuerda a la voz de Nathan Fillion no sé por qué...)

En el resto del apartamento encontré poca cosa. Un tablero de ajedrez al que le faltaba un alfil,  las notas del último examen en las que Linsky había señalado con rotulador a un alumno llamado Blaze Wiener a pesar de tener una E, algunas llaves a las que no encontré uso y la famosísima tarta de frutas maltesa. Por desgracia, la tarta de frutas se encontraba protegida en una vitrina. Era una desgracia dejar un objeto que fácilmente podía llegar a valer 5000 dolares tan a mano de cualquier desaprensivo que necesitase dinero rápido.

Volví al speeder y establecí rumbo al almacén de Linsky. Por el camino pregunté a Vanessa qué sabía de Overlord, pero no tuve éxito. Sin embargo, sí que me consiguió la dirección en la que encontrar a Sandra Larsen. Si no temiese una posible demanda por acoso sexual, besaría a Vanessa en cuanto la viese en persona.

To be continued...

2 comentarios:

Rodrigo Garcia Carmona dijo...

No sé qué significa "ebúrneo".

pHonta dijo...

Estaría bien que te enteraras antes de publicar "Belleza ebúrnea", no? xD