miércoles, enero 02, 2013

Amigos del bosque

¡Ah! ¡La luz! ¡Los árboles! ¡La hierba! ¡Las ardillas! ¡Los trolls! ¡Los goblins! ¡Los bandidos! ¡Los saurios! ¡Qué bonito es pasear por el bosque!

Previously on Deimar's... un $%$·& se niega a entrenarme y ahorrarme muchos problemas porque no sé usar un escudo... ·$%·$%

Pero primero vayamos a lo importante. Las leches. Desde que... erm... reorganicé mi memoria, no había peleado, pero ahora que tenía el hechizo de Dardo de Fuego en mi mano, era el momento de vengarme de tantas humillaciones no-sufridas-porque-yo-nunca-había-paseado-por-el-bosque-de-noche. Así que empecé a pasear por el bosque descubriendo localizaciones interesantes hasta que me asaltó un goblin. Ez mode. Le tiré un dardo de fuego, luego otro y nos trabamos en combate cuerpo a cuerpo. La barra de vida No se pueden ver señales de la salud del enemigo antes de llegar al cuerpo a cuerpo, así que sólo podía salivar esperando a ver cuantole había destrozado con mis dardos... 2 píxeles irrelevante. Combate perdido. Bueno, bueno, lo mismo es que como lo acabo de comprar no hago mucho daño porque no tengo mucho nivel, practiquemos lanzando dardos a ver si sube. Dos dardos. Sin maná. AAAAAAAAAAAAHHHHHH. Así que proseguí mi exploración del bosque a base de Save/Load. FML.

El valle de Spielburg en todo su explendor exceliano...

Mi primera parada fue la granja del padre de Hilde. Un centauro que también había sobrevivido a un ataque de los bandidos (la líder incluso le había curado... no acabo de ver cómo son tan temidos estos tíos, si son unos blandos...) y que tenía una granja justo al lado de la cabaña de la curandera. Como no tenía una conversación más allá de indicarme por donde podía estar el jardín de Erana, me despedí de él y me dispuse a encontrar el famoso rincón. No tardé mucho (a.k.a. un par de restores más tarde) en encontrar el famoso lugar. Un remanso de paz, donde los pájaros cantaban, las flores olían mejor, y una señora vestida de rojo iba persiguiendo chicas a las que hablarles de la herramienta que se usa para medir distancias cortas. Recordando lo que me había dicho Zara, me dispuse a descubrir el secreto que ocultaba el lugar. Seguro que era algo a la altura de mi afilado ingenio. Una prueba que sólo los mejores magos podrían superar. Unas rocas con runas que decían: "Si el secreto de Erana quieres descubrir, esta roca tendrás que abrir". ¡Ja! Sólo tenía que abr... ARE YOU ·$%·%·$% KIDDING ME?!?!?! 

Estoy casi seguro de que Erana pertenecía a LGBT...

Tras diez minutos pisando todas las flores que encontré (quedándome algunas para la curandera), pintando grafitis en las rocas y vandalizando el sitio todo lo que pude, seguí explorando el bosque. Lo primero que descubrí fue un ogro que guardaba una cueva. Afortunadamente el ogro debía ser alérgico a los excrementos humanos, ya que no me persiguió mientras corría en dirección contraria [hablando de lo cual, aquí gané en calidad de vida cuando descubrí que podía teclear RUN para que mi personaje corriese en vez de caminar... rollo pro]

Mi ataque con armas químicas no funcionó con este...

Mi ataque de daga al higadillo funcionó bastante bien contra este otro sin embargo. ¡Yay! ¡Mi primera vícti.. este... monstruo!

Cerca de allí encontré unas extrañas plantas en una pared de piedra que jugaban a pasarse una semilla de unas a otras. Dado mi frustración con el secreto de Erana, tenía que justificar mi decisión comprando hechizos, así que me preparé, estudié el movimiento de la semilla, y lancé un Alcanzar... que falló estrepitosamente... Creo que no había practicado suficiente el hechizo como para que funcionase... 

Intentar coger la semilla que se andaban pasando me hizo recordar mis tiempos en el colegio... Mi malos tiempos en el colegio...

Seguí caminando y encontré una emboscada de goblins. Afortunadamente no eran muy listos y fui capaz de esquivarles... esquivarles yendo hacia la casa de Baba Yaga. Con patas de pollo incluídas. Allí, la amable  y poco terrorífica calavera que hacía de guardia me informó de que para hacer bajar la casa debía decir las palabras "Hut of brown, now sit down". Al muy perro se le "olvidó" decirme sin embargo como atravesar la empalizada que estaba guardando. De todas formas tampoco estaba muy seguro de querer entrar. Volví a esquivar a los goblins y seguí corriendo.
Where is the goblin?

Y eso hace que e baje la empalizada, ¿no? ¿hola? ¿por qué te ríes?

Me encontré con un círculo sospechoso de hongos en el suelo. Cogí algunos por si pudieran ser los hongos mágicos que me había pedido la curandera (no es como su hubiera visto a un grupo de hadas durante alguna noche reuniéndose allí y diciendo que eran hongos mágicos...), y al ir hacia el oeste me encontré con una colonia de bolas de pelos que se escondían debajo de rocas llamadas Meeps. Intenté jugar al Whack-a-mole con ellos sin resultado. Como no sabía que hacer me fui de allí antes de que decidiesen ponerse agresivos o algo.

Seguro que tengo que "abrir" algo... 

Caminando por el bosque encontré de repente un ciervo blanco. A esas alturas del día yo estaba algo hambriento y el ciervo parecía, aparte de majestuoso y bello, suculento. Le seguí intentando ver si podía acorralarlo y acabar comiendo ciervo esa noche, pero me llevo junto a un raro árbol. Al aproximarme al mismo, una figura femenina se separó de él. Una driada. La driada me miró y me preguntó si era uno con el bosque. Miré al ciervo que pastaba detrás de ella, me lo imagine como una colección de filetes andante, y tuve que reconocer que no, no me había ganado ese título. Como la lechuga de grande pechos y excelentes piernas no fue de particular ayuda después de eso, me fui a seguir explorando...

No estoy seguro de si es una proposición indecente pero... acepto

To be continued...

No hay comentarios: