domingo, diciembre 04, 2011

Deimar does Benelux (III)

[Previously on Deimar's...]


27/08/2009

Nos levantan las coreanas con las que compartimos habitación (una fotógrafa residente en Londres y la otra... pues ni idea... es que era tarde cuando las conocimos, estaba un poco pedo y sí, ni me acuerdo de los nombres), que son un poco escandalosas duchándose y demás (y un pelo cerdas... hubo que sacar el equipo de buzo para meterse al baño seguro...). Bajamos a desayunar saltando literalmente por encima de nuestro colega neozelandés (que debió pasarlo aún mejor que nosotros...).


Cualquier que conozca a MrK sabe que es un tipo de esos que son capaces de hacer amigos en el infierno... salvo esa mañana. Mientras estábamos desayunando se nos acercó un portugués a entablar conversación. El chico llevaba varios meses de viaje en solitario por el mundo y parecía simpático. El problema es que MrK no había dormido muy bien, o se le ha pegado el flamenco. Así que a la mínima le suelta una bordería y nos largamos.

El patio de la torre del infierno

Iniciamos nuestro periplo por Brujas (a ver si conocemos la ciudad de día). Brujas es bastante bonita, anuque nos gustó menos que Gante. Reseñar los canales, la torre (366 escalones en caracol... me cago en su raza, tengo que ir al gimnasio [nota del futuro yo: no] que eso fue una segunda ducha...), el palacio y las catedrales (3 o 4 como en toda buena ciudad belga). 

La susodicha torre del infierno...

A mitad de visita tocó dar una vuelta al coche porque en esta ciudad también al recurrido al sistema de los parquímetros. Después de dos vueltas a la manzana pensando que somos gil... idiotas y a punto de aparcar en el mismo sitio en el que lo teníamos, decidimos probar suerte en el centro, y de alguna manera conseguimos aparcar debajo de la torre. 

Seguimos con el paseo, esta vez siguiendo los canales y llegando a los molinos que están casi en las afueras de la ciudad (se iban a quedar flipados con los de Castilla estos belgas... aunque estos al menos se mueven...). Perdido todo el tiempo que podíamos permitirnos volver, decidimos salir por patas de la ciudad a nuestro siguiente destino.

Debió tener una infancia dura cuando todos sus compañeros molinos se reían de él por su tamaño...

La primera parada del día de hoy es el monasterio de St. Sixtus, hogar de la mejor cerveza del mundo (Trappist) según nosequé asociación de cerveceros (que MrK encontró previo al viaje...). Aquí es donde empezamos a agradecer que a MrK le hayan dado en el trabajo, junto con la bola con cadena de preso, una BlackBerry(TM). El encargado de traer mapas impresos había considerado que con sacar un mapa de Bélgica en el que pusiese un pin con donde está más o menos la abadía valía (el encargado de los mapas es torpe, ¿vale?). Pero le pusimos solución tirando de internet y conseguimos llegar a la susodicha abadía... que está en mitad de la nada, rodeada de campos de cebada siguiendo una carretera de tierra a la que llegas por una asfaltada de un sólo carril. Vamos, lo que comúnmente se conoce como mitad de la nada.

Ni le hice fotos, así que disfrutad de este perro de Brujas en ventana junto a canal...

Aparcamos y vamos a la cafetería de la abadía (que pese a lo remoto del lugar está hasta el culo de abueletes, vamos de excursión con el Imserso... wohoooo!!). Empiezan los sudores fríos al ver que la carta está en perfecto flamenco, que todos hablaban flamenco... pero afortunadamente la camarera habla inglés. La abadía en sí no es gran cosa, la comida tampoco (toca croque again a.k.a. sandwich mixto), pero la cerveza es muy buena (al menos la tostada, que yo no encuentro diferencia entre la Mahou (TM) y la rubia).

Y una vez más, empieza la diversión. Especialmente porque ahora conduzco yo. Consigo calar 4 veces el coche en una cuesta arriba, y hacer que un vehículo invada el carril contrario al saltarme un ceda. Pero bueno, al menos una vez en autovía cojo ritmo y no hago burradas en las 5h que nos separan de Luxemburgo.

Moar Brujas!!

Hacemos una parada técnica en Rochefort, para... sí, lo habéis adivinado... probar la cerveza (normalucha), visitar la abadía (mojón) y ver el pueblo. La zona al SE de Bruselas es bastante bonita, aunque todo sigue siendo verde, hay bosques inmensos y no es todo plano, lo que deja una estampa bonita [me cuesta mucho entender qué demonios trataba de decir aquí...].

No he hablado de una de las maniobras estandar qeu deben enseñar en las autoescuelas holandesas. Lo que  MrK y yo bautizamos como la maniobra Star Wars. Básicamente, un belga cuando te va a adelantar sigue tres pasos. Primero se pega a tu culo. Prosigue con un volantazo a la izquierda, una acelerón y volantazo a la derecha justo delante de tí. La distancia de seguridad es una cosa de noobs.

Las técnicas de construcción en esta zona son cuanto menos curiosas...

Llegamos a Luxemburgo y, pese a ser una ciudad de 20 calles mal contadas, nos perdemos. MrK, harto de mi forma de conducir, decide tomar el mando de nuestro beneluxmóvil. Yo me convierto en el oficial técnico de la nave, así que agarro la BlackBerry(TM) y nos dirigimos a un hostal que según una guía para el experto perro flauta del hermano de MrK, está muy bien y es más barato de lejos que el resto. Aún así nos volvemos a perder... Al final llegamos a la estación de tren y la calle donde están algunos de los hoteles que tenemos apuntados [en esta parada del viaje, no habíamos reservado porque no sabíamos si ibamos a pasar en Luxemburgo la noche...]. Lo primero que decudimos de Luxemburgo es que el oficio más antiguo del mundo debe ser legal, y nuestra calle es el centro de convenciones de las profesionales del ramo. Además, hay muchísimos locales de alterne. MrK, pese a haberse pasado casi todo el viaje durmiendo, insinua que mejor nos encerramos en la habitación y atrancamos la puerta hasta la mañana. Bueno, a ver que se puede hacer...

Aparcamos a unas manzanas y vamos al hotel recomendado. Aquello parece un love hotel. No por los glamuroso y romántico, sino por lo cutre y las varias prostifrutas que vemos entrar y salir (solas y acompañadas). Nos atiende un viejecito bastante amable en español, o un intento de ello, y nos deja ver la habitación antes de cogerla (MrK no quiere saber nada de compartir después de lo de las coreanas...). Nos  comenta además que la ducha está dentro pero el lavabo en el pasillo. Completamente cierto, la habitación no está mal, dos camas, moqueta y el pepino nuclear en mitad de la habitación (a.k.a. la ducha). No pega ni con cola en la sala, pero estamos seguros de que podemos sobrevivir a un holocausto nuclear dentro del cacharro y, dado el aspecto del suelo alrededor de la ducha, a las cuatro plantas de caída libre...

Sí, más Brujas. En mi defensa diré que tenía un límite de tarjetas de memoria para la cámara bastante bajo...

Resignados cogemos la habitación y nos vamos a acercar el coche y las maletas. Encontramos sitio delante de un night club y comento que el coche cabe ahí. MrK es de opinión contraria pero aún así intentamos aparcar. Tenía él razón. Tras 5m intentado aparcar, decidimos irnos antes de que el puerta mafioso/tipo excesivamente musculado que lleva 3 mirándonos con cara de palo nos rompa la idem. Al final aparcamos cerca, subimos las cosas y nos vamos de paseo, no sin antes pedirle un mapa al viejete, que amablemente nos señala la "zona de marcha" (de más marcha, se entiende...), una feria que ya habíamos visto al perdernos con el coche.

Decidimos ir al centro con la esperanza de ver algo de vida nocturna no fruteril... epic fail. Parece una ciudad muerta pese a ser sólo las 2200. Vemos un kebab abierto y nos metemos de cabeza. Nunca hay que fiarse de un kebab hecho por gente que no es turca, porque yo aún no tengo muy claro si fue pollo o cordero y MrK afirma que pollo no sin ciertas reservas... En fin, intentamos parar en un bar de la zona, donde descubrimos el curioso sistema de cierre que tienen: en vez de poner un cartel de cerrado, empiezan a quitar las sillas y mesas vacías y a amontonarlas, por lo que incluso ir al baño puede significar quedarse sin asiento... Pues nada, que le den, nos vamos al hotel a sobar que ha sido un día largo...

1 comentario:

Carlos dijo...

Hey! Sois de las pocas personas que, como a mi, os gustó mas Gante que Brujas.