domingo, agosto 07, 2011

Deimar does China (XV)

[Previously on Deimar's... esto.]


08/07/2011

Shanghai. ¡Ah, Shanghai!. Está a años luz de Beijing. Quizá no en el metro, pero sólo porque alguien pensó que convertir a los clientes en helados era una buena idea cuando el índice de humedad exterior ronda el 70-80%. Tampoco en el clima claro, que tanta humedad es un poco horroroso (estas permanentemente como si acabaras de salir de la ducha). Pero en todo lo demás, Shanghai 4tw!!. 

Hoy no hay mapa tampoco. A cambio una preciosa foto de la fauna local. Esa noche dormí con la zapatilla agarrada por si acaso (porque me dejé el bazooka en casa, claro)

Los edificios son más bonitos y presentan una visión más constante (a diferencia de Beijing, que tienes grandes monumentos al lado de casas erm... de poca calidad). Es una ciudad aparentemente más moderna, pero no al coste de tener aún más mierda flotando en el aire. Además, hay bastante más inglés flotando en el ambiente. Si la palabra para Beijing era "colosal", la palabra para Shanghai es "bonita".

Toda la zona así, blanco Perlán. Decididamente demasiado limpio para ser chino.

Empezamos el día por la zona antigua. P-R-E-C-I-O-S-A (y no, el ayuntamiento de Shanghai no me paga... pero podría, si está leyendo esto que me envíe un privado que le paso mi cuenta...).  Incluso a pesar de que todos los edificios estaban remorfados, y contenían cosas exóticas como un KFC o un Starbucks. Es como sería China imaginada por un occidental. 

La zona antigua por dentro es así. Nótese lo viejo de los edificios y cómo se caen a trozos...

En esta zona también se encuentran los jardines de Yuyuan, magníficos, con muchos ríos y lagos y laberínticos. Tanto que perdimos a Root (pero no nos salió bien la jugada, que nos volvió a encontrar antes de que pudiéramos abandonarle... sad panda). Además, vimos una exposición de pinturas en la que retatraban a las 50 y pico minorías raciales de China, y algunas son realmente curiosas.

Por aquí se entra a los jardines. Lo de la izquierda es una casa de té de hecho.

Fuimos a comer a un food court y mi situación empeoró. Yo creía que mi escalada armamentística a base de Fortasec era imbatible, pero el ataque de la amiga gastroenteritis llegó con furia a vengar a su hermana pequeña. Sin embargo, Chik, siendo la chica previsora que es y habiendo comprado el botiquín de emergencias, me soltó la bomba estomacal definitiva. Veremos a ver que tal (me imagino la visita a urgencias y los comentarios de lo médicos: sir! you are literally full of crap!!). 

Pero en vez de una foto relacionada con el párrafo anterior, os pongo ésta de las carpas de los jardines. Creo que en algunas zonas se podría cruzar el agua caminando sobre ellas...

Visitamos un templo en la misma zona y dos voluntarios accedieron a darse un "masaje" allí. El masaje consistía en que los "masajistas" cogen unas varas y empiezan a azotar a los clientes. Me ofrecí a coger unas cuantas ramas de árbol y hacerlo yo mismo por un precio menor pero por alguna razón no quisieron. En realidad, no sé que era peor, que los que daban el masaje estuvieron prestando entre 0 y ninguna atención o que yo tuviera ganas de unirme (aunque estando malo lo último que querría sería aumentar mi temperatura corporal). Eso sí, la cara de felicidad al acabar era digna de retratarla. Lo que no sabemos es si fue por la efectividad del masaje o porque por fin se había acabado la tortura.

La "masajeadora". Notese lo grueso de su agradable herramienta de trabajo. 

Nos fuimos a pasear por El Bund, que es la zona clásica (es decir, es una zona antigua de estilo inglés, feel like a sir!!) cercana al río. Es famosa porque está llena de edificios de corte europeo a un lado y rascacielos al otro lado del río. La zona es bastante bonita (I love this city, mucho mejor que esa cosa llamada Beijing... buuuu... Beijing mala).

Eso podría ser perfectamente una sede de la BBC... De hecho, lo er... no, no lo era. Pero por lo que decía la guía tiene unos magníficos frescos marítimos a la entrada.

Cruzamos en ferry a la zona de rascacielos y nos dimos cuenta de que los chinos navegan igual que conducen. Así, nuestro ferry iba describiendo curvas para pasar mientras evitaba ser arroyado por las barcazas y barcos de mercancía que están constantemente navegando río arriba y abajo y que no varían su curso aunque Godzilla emerja de las aguas delante de ellas. De hecho, probablemente le embistieran y siguiesen en su dirección.

La zona de rascacielos desde el lado clásico. Parecen dos bandas rivales a punto de pegarse de navajazos...

La zona de rascacielos es un mundo completamente diferente. Es casi como estar en Manhattan. Aquí se encuentran varios edificios que están en el top 10 de edificios más altos del mundo (concretamente, dos. Técnicamente eso son varios). Algunos son muy muy horteras (como la Pearl Tower, cuyo arquitecto es el sueño húmedo de algún psicólogo freudiano), o el World Financial Center (WFC en adelante, o abrebotellas gigante para los amigos). Paseamos por el parque que se encuentra al lado de la orilla del río yendo desde la estación de ferry hacia la Pearl Tower.

¿Tiene usted una Pearl Tower en el bolsillo o es que se alegra de verme?

LamentablementeFlash intentando librarse de alguna bomba a la que le quedan pocos segundos para explotar. 

Una vez resuelto el problema, nos fuimos al WFC para subir a ver la ciudad desde arriba del todo. Primero cenamos en los restaurantes de las plantas bajas (3 plantas de restaurantes, rollo pro). Por variar, comimos en un japones, y Dimitri me inició en las maravillas del cerdo con arroz y curry (spam!!!). Chik fue al baño y volvió ilusionada diciendo que teníamos que ir. En el edificio, los baños son de estilo japonés. Lo menciono porque son baños que tienen un mando para controlar cosas la temperatura de la taza, o la fuerza y dirección de un chorro que no me atreví a probar. Ahora sé a qué se refieren en Demolition Man con lo de no saber utilizar las tres conchas...

El segundo y el sexto edificio más alto del mundo, codo a codo. En medio podemos ver la construcción del futuro edificio más alto del mundo (que desplazará a los otros un puesto)

Ya de noche, subimos al edificio. Es el segundo más alto del mundo, y el que tiene la planta habitable más alta (los demás hacen trampas y son más altos por las enormes antenas que tienen en el tejado). 100 plantas, 2 observatorios (planta 97, por debajo del abrebotellas, y planta 100, top of the world!!). Incluso con algo de niebla, la ciudad es una preciosidad con todas sus luces, aunque he de decir que no noté especialmente que estuviera más alto que el Empire State, por ejemplo. Como detalle curioso, al salir del edificio se nos acercó una señora a vender un puntero láser. Procedimos a ignorarla como de costumbre hasta que la vimos utilizarlo y llegar hasta la planta 20 de los rascacielos. Root decidió entonces comprarse uno para sus proyectos (que me imagino tienen algo que ver con cegar al personal o comunicarse con seres extraterrestres más allá del cinturón de asteroides...).

No se nota mucho, pero la Pearl Tower es iluminada con luces rosas y moradas... por si acaso no era suficientemente cantosa.

Decidimos volver al hostal para decidir la excursión del día siguiente, pero tuvimos el primer encontronazo con la ciudad. El metro. Al hacer intercambio nos encontramos conque esa línea cerraba a las 2200. Eran las 2203. Fraaaaaaaaaaaaaaaak. Cada línea en Shanghai cierra a una hora diferente, pero en general lo más tarde que cierran son las 2320. Además, cuando llegamos al hostal descubrimos que la wifi había dejado de funcionar. Y lo peor de todo... la pulsera sigue colgando de mi muñeca.

No hay comentarios: