miércoles, mayo 11, 2011

La cocina de Deimar

Otra entrada de poner fotos y ¿presumir? de mi cocina. La verdad es que mirando las fotos veo que no he evolucionado como cocinero, sino más bien he involucionado a hacer cosas cada vez menos elaboradas. Pero primero, una foto que debía: ¡la de los huevos murcianos!


Admito que vistos así no tienen la mejor pinta del mundo, y la verdad es que para ser dos huevos se quedan en poquita cosa, pero están bastante buenos y son facilones de hacer. Por supuesto, he seguido experimentando con el huevo, que es una pieza fundamental de mi alimentación en casa. El día antes de volver a Madrid por Navidad, me tocó acabar con todo lo que tenía en la nevera, así que hice una tortilla de patatas con atún y untándole queso Philadelphia por encima. Como me gusto la cosa, ahora he añadido al repertorio habitual la tortilla francesa con ese queso por dentro, y esta realmente bien. He abandonado la tortilla de patatas sin embargo, porque pelarlas, freírlas y demás es un coñazo.

Se me acabó también el tomate frito que había comprado. Cuando lo compré, lo hice buscando algo que pareciera tomate frito, y lo único que encontré fue salsa italiana con ajo, perejil y cebolla añadidos. Así que volví buscando tomate frito sin añadidos. Vi un pack de cuatro tetrabricks de tomate troceazo en jugo de tomate y dije "esta es la mía". ¿Quién iba a pensar que los tetrabrick iban a contener exáctamente eso y no tomate frito? Así que toco aprender a hacer tomate frito a partir de eso. Sólo tuve cuatro intentos. El primero no quedó del todo mal, si acaso un poco quemado, pero estaba bueno. El segundo intento parecía un postre, ya que le añadí demasiado azucar. Para el tercero la cosa estaba dominada. Obviamente, el cuarto lo quemé por exceso de confianza. Aún así, hacer tu propio tomate frito mola.


Sí, eso que veis es arroz. Quería probar una cosilla con arroz, así que compre el paquete más pequeño de arroz basmati que encontré: 2Kg. Baste decir que llevo desde Navidad alimentándome a base de arroz, y todavía me queda un buen puñado. Me asombró comprobar que, en contra de lo que yo pensaba, el método de preparación del arroz es diferente a como se prepara la pasta (the more you know...). En cualquier caso, como hacer arroz con tomate es algo facilón, mi siguiente experimento fue hacer risotto, pero como yo soy yo, sin setas y cosas de esas que afean el arroz y el queso. Lo he hecho dos veces, y la verdad es que está bastante bueno y es a su vez sencillote. Aunque parezca arroz blanco juro y perjuro que tiene queso por todas partes.


Finalmente, como estaba un poco hasta las narices de las ensaladas, quiero empezar a rebajar el consumo de patatas asesinas de arterias asadas y me sobra cantidad de pan tras desayunar tostadas los fines de semana, he añadido a la rotación los maravillosos sandwiches de atún con tomate. Eso sí, mi objetivo de reducir la comida de mierda menos sana ha fracasado, que los sandwiches se hacen con mantequilla.


Y hasta aquí las comidas que me hago. Os estaréis preguntando (o no, pero aún así hago la pregunta por vosotros): ¿y para esto haces una entrada?. Pues no, porque desde que volví de Navidades, descubrí que me motivaba muchísimo más hacer postres que comidas. Así que empecemos con todas las marranadas que me he hecho (no son muchas, así que tranquilos). El primero, y cómo ya habréis adivinado por mi comentario anterior del arroz, es arroz con leche. He de decir, que dada la cantidad absurda de arroz que tengo, me he vuelto todo un experto haciendo arroz con leche, y aunque empecé haciéndolo simplón, ahora le añado pasas que le dan cierto saborcillo interesante. Como sé que alguno lo comentará: sí, ha habido noches que he cenado sólo el arroz con leche, pero en mi defensa diré que me sale muy bien y hago grandes cantidades cada vez que lo hago.


Mi segundo intento de postre fue algo sencillito también: un flan. Sólo he hecho dos intentos de flan. El primero no salió demasiado bien. El caramelo me quedó bastante bien (aunque el vaso en el que lo hice todavía no se ha recuperado del trauma de encontrarse con el azúcar derretido), pero la leche y el huevo no cuajaron, por lo que quedó una bebida con caramelo al final que no estaba del todo mal. El segundo intento ya quedó un flan en condiciones. Lamentablemente, después de comérmelo, he recordado que a mí el flan casero no me dice nada y que el de tienda me gusta bastante más, así que no creo que se repita.


Cómo pudisteis ver en la última entrada, algunas veces me he sentido un poco "blue" estando aquí. Un par de esas veces, para levantarme el ánimo he acabado comprando botes de Nocilla Nutella (soy buenísimo buscándome escusas para ponerme hasta el culo de chocolate). El caso es que me los meriendo casi del modo que en las películas las chicas deprimidas acaban con las tarrinas de helado, por lo que la última vez decidí ver si había alguna receta curiosa que hacer con Nocilla Nutella, y encontré una ganadora de no sé qué concurso: tostadas francesas con Nutella. No me quedaron demasiado bien porque utilicé pan de molde en vez de pan de barra y absorbieron demasiada leche, pero aún así estaban bastante buenas (no puedes fallar con leche, cacao, avellanas y azúcar).


Y finalmente, mi obra maestra. Me salió también que incluso lo llevé al curro y les encantó a los ingleses. Mi compañero español de hecho repitió varias veces, lo que me honra. Y  mi jefe, aunque no estuvo ese día, me felicitó por la valentía demostrada. Y es que, aunque estuviera fuera de España, no iba a pasar una semana santa sin tener torrijas. La única pega es que algunas se me quemaron un poco, y que estaban un poco seca porque mi madre decidió que iba a ser mejor que las embadurnara con azúcar y canela en vez de hacer almíbar, que es como tradicionalmente las hemos tomado en mi familia. Yo esto lo interpreto como que me vio demasiado torpe como para hacerlo bien.


Y hasta aquí mi experimentación en la cocina. ¿Quién sabe que misteriosos e interesantes platos me aguardan en el futuro? Yo personalmente preveo toneladas de arroces con tomate, queso o leche, pero más allá de eso... ¡el infinito es el límite!


3 comentarios:

Carlos dijo...

Guiándome por las fotos te tengo que dar la razón en que los postres se te dan muchísimo mejor que las comidas. Muy original sobre todo el arroz con leche a partir de arroz basmati. Como se entere Adriá se copai fijo :P

mafh314 dijo...

A mi me gusta mucho cocinar :-) y hace un par de meses descubrí un "video blog" o como se llame de un tio que cocina super bien, y son cosas bastante faciles y ricas. He probado ya varias recetas (Fonta tambien lo ha intentado xD), y hace poco ha publicado una muy buena de como hacer tomate frito, te dejo el link : http://elcocinerofiel.com/2011/04/26/salsa-de-tomate-frito/

Arroz con leche a partir de basmati ? lo tendre que hacer xD

Deimar dijo...

Muchas gracias por el blog, a ver si le echo un ojo y me inspiro, que ultimamente estoy vaguete en la cocina.

Respecto al arroz basmati en el arroz con leche, yo la verdad no noto mucha diferencia, pero creo que mi lengua perdio todo sentido del gusto salvo para detectar chocolate.