miércoles, noviembre 19, 2014

Dos maduros en Japón (I) - El viaje

28 de Septiembre de 2014

Ontake. Yo no había oído hablar de él y dudo que él hubiera oído hablar de mí. Ontake. Suena chungo. Y lo es. Ontake es el nombre del volcán que ha amenazado con fastidiar mis vacaciones poniéndose en erupción de forma súbita.


Porque otra cosa no, pero este viaje ya empieza regular. Para empezar hay que coger un vuelo a las 10 de la mañana de un Domingo, cosa que debería estar prohibida por La Haya. Además, el volcán dichoso que amenaza con poblar de ceniza el espacio aéreo nipón y de lava la carretera entre Matsumoto y Takayama, que usaremos en algún momento de la semana. Y además el cumpleaños de MrK, que se ha empeñado en celebrar el día anterior trasnochando y bebiendo. Buena combinación.

A las 7 de la mañana ya estoy en pie derecho y teniendo pensamientos hacia la progenitora de alguien. Tengo la duda de si haré el viaje sólo o acompañado, ya que abandoné a MrK a la 1 y ni idea de cómo, cuando o en qué condiciones acabó la noche. Sorprendentemente, a las 8:10 me llama para comunicarme que está vivo y que además ya en el aeropuerto. Y casi sin resaca. A lo mejor las señales no son tan ominosas como parece.

La verdad es que pese a todo, el resto del día transcurre con bastante tranquilidad y ajeno a los desastres a los que estoy acostumbrado con mis vuelos. El vuelo Madrid-Helsinki transcurre sin mucho incidente. O eso creo, porque nos pasamos las cuatro horas sobando. Creo que el avión podría haber sido secuestrado por extraterrestres y llevado a Alpha Centauri y vuelta y no nos habríamos enterado.

En Helsinki tenemos una hora de espera y de mirar el móvil. Bendita Wi-Fi gratuita. Ya podrían aprender en Barajas. Y además tenemos tiempo de hacer amigos. Como no, durante la parada fuimos a tomarnos una cerveza, para empezarcontinuar con el tono adecuado el viaje, y resulta que el camarero es un canario que lleva 7 años trabajando ahí. Lo descubrimos cuando nos advierte que tengamos cuidado cuando estemos haciendo un análisis sobre la calidad del material genético finlándes, centrado en su género femenino, porque por esas tierras se estila el saber español. ¡Maldita sea, sabía que traería problemas que se pusiese de moda!

Lo único decente en el aeropuerto que se podía fotografiar. Ni idea de lo que es. (Fuente: Deimar)

El vuelo Helsinki-Narita también transcurre sin muchos problemas. La comida y el trato de Japan Airlines es digno de mención. La comida es bastante buena para ser de avión. Veo la nueva de Godzilla en el vídeo del avión y es peor de lo que me había podido imaginar. Es aburrida. Mira que es difícil hacer aburrida una película sobre monstruos gigantes, pero esta lo es y a raudales. Dormimos un poco, o al menos estoy un rato largo con los ojos cerrados. Y termino viendo Samurai Hustle, una película japonesa sobre un daimyo de la época del shogunato de Edo al que después de pasar una temporada de servicio en Edo le piden nada más volver a su provincia que vuelva en un tiempo record. Es curiosa y moderadamente entretenida, aunque nada del otro mundo. Sirve para ir haciéndose a la idea de la nueva cultura que vamos a explorar.

Y con esto llegamos a Narita, a las 9 de la mañana del día 29.

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