miércoles, junio 12, 2013

Gunpoint

Gunpoint es una rareza. Como lo es su creador Tom Francis. Después de pasarse años como periodista, si es que se me permite aplicar el término, para diversas revistas del sector como PcGamer, decidió dar el salto al otro lado del papel y debutar con esta obra. Y sí, ambos son raros. Porque si hacemos caso al saber popular, los que no valen se hacen críticos. Pero en este caso ha demostrado con creces que da la talla.

Pixel-art en todo su explendor...

Hace unos cuantos meses vi el primer trailer del juego y me enamoré del concepto. Así que en cuanto salió la semana pasada me fui a la web de su autor y lo compré. Porque estaba más barato que en Steam, no os creáis que uno es una hermanita de la caridad. Y he de decir que el trailer muestra exactamente lo que es el juego. Gunpoint es un juego en 2D con pixel art en el que controlamos a un espía industrial que debe, a lo largo de varias misiones, infiltrarse en diversos edificios con la misión, por lo general, de recuperar información. Suena fácil, ¿verdad? Pues no. Como todo secreto digno de guardarse, antes de llegar a la ansiada información hay que superar las medidas de seguridad, entre las que se encuentran los guardias armados, cámaras de seguridad, puertas blindadas y nuestros escrúpulos.

Un caballero ninja fantasma. Cualquier juego que te pueda calificar así tiene que ser bueno.

Para vencer tanto obstáculo, nuestro protagonista cuenta con un arma principal. Lleva un abrigo que le permite realizar saltos enormes y evitar que las caídas le maten. También puede escalar paredes y agarrarse al techo. Por si esto fuera poco, según vayamos haciendo misiones iremos recibiendo pagos por nuestros servicios que se pueden invertir en diversos artefactos que nos ayuden en nuestra misión. En concreto, hay que destacar el crosslink. Este pequeño dispositivo nos permite acceder a la red eléctrica de los edificios en los que nos encontramos y cambiar las conexiones. Así por ejemplo, podemos hacer que un interruptor de la luz abra puertas en lugar de encender y apagar la luz. O podemos conectar una cámara de seguridad para que en lugar de la alarma podamos llamar al ascensor para distraer a un guardia y que no nos vea pasar. 

Esta es de las fáciles

Y con estas dos simple mecánicas, el juego nos presenta una serie de misiones que debemos solventar. El juego está bastante más próximo a la resolución de puzles que a un juego de sigilo, pero aún así es bastante entretenido. La jugabilidad y el control son muy buenos, y la mecánica del crosslink da para puzles bastante decentes. Los gráficos son bastante resultones y sirven muy bien a la atmósfera del juego. La historia no es que sea para lanzar cohetes, pero las continuas referencias a la cuarta pared y el humor que gasta hacen que no sea para nada aburrida. Para coronar el pastel, merece una pena intentar conseguir los logros de Steam, porque están bastante bien definidos y es divertido conseguirlos, en lugar de ser la típica tortura sólo apta para gente obsesiva compulsiva.

Pues eso... para OCDs...

Sin embargo, el juego tiene una gran pequeña pega. Dura como dos horas y media. Por una parte está bien que dure poco y así no de tiempo a aburrirse de la mecánica, aunque creo que aún le faltaba mucho para eso. Además, no la ha explotado todo lo que podría haberla explotado. Sin embargo, al ser tan corto, sabe a muy muy poco. Eso sí, son dos horas y media de puro entretenimiento y risas que hacen que no descarte volver a instalarmelo en no demasiado tiempo.

TLDR: Insta-compra!!!

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