domingo, septiembre 25, 2011

Preparativos

Es curioso. Las últimas semanas previas a mi vuelta las he dedicado a atar cabos sueltos. En general el esfuerzo no ha sido demasiado elevado. Simplemente dedicar un par de horas a mirar alguna cosilla por internet, visitar oficionas, hacer llamadas o escribir mails. Y me gustaría decir que todo salió a pedir de boca... pero no es así.

Primero tocó avisar a mi compañía telefónica de que ya no iba a necesitarles más. En este sentido, sólo puedo decir que fueron altamente eficientes. Una llamada bastó para que me dieran de baja... y me dijeran que tenía que enviarles mi router de vuelta so pena de 20 libras. No, en serio. Al menos me enviaron una bolsa prefranqueada para que sólo tuviera que llevarla a la oficina de correos. Lástima que sólo haya una en Bristol y pille a 50 minutos de mi casa. Pero bueno, un país extranjero, habrá que acatar sus costumbres. 

Depicted here: Sus costumbres

La compañía del agua a la que llamé el mismo día fueron más razonables. La chica que me atendió me eliminó rápidamente de sus archivos e incluso creó la factura de ese mes rebajada (es que no tenía contador, era tarifa plana de agua). Y para ello sólo me pidió mi nombre, el número de la tarjeta y el código de detrás... Salvo la paranoia mental que me produjo colgar y darme cuenta de los datos que acababa de darle a una desconocida por teléfono, todo fue muy profesional e indoloro.

La compañía del gas fue otro cantar. A estos les escribí un mail que tardaron en contestarme 3 semanas. Aunque luego sólo me pidieron la nueva dirección y el medidor final. Porque aquí te miras tú mismo el contador y ellos se fían... o bueno, deberían hacerlo pero prefirieron cobrarme preventivamente casi 100 libras al mes y luego ir ajustando. No ajustaron, así que aún estoy esperando lo que según el balance de mi cuenta con la compañía son unos cuantos cientos de libras de electricidad que no he gastado.

El council tax.. ¡ay, el council tax! El impuesto que te cobran por pasara a recoger tu basura normal cada 15 días, y tus reciclables cada semana. Todavía no me han respondido mi mail, ya va para 5 semanas...

Depicted here: Empleado encargado de atender a los mails en el ayuntamiento de Bristol...

Y por fin llegamos a la odiosa tarea de preparar el piso y las maletas. Yo volví en Miércoles. Mi casera se empeñó en pasar a comprobar como de limpio estaba el piso el sábado. ¿El sábado? ¿Por qué el sábado si yo iba a estar en el piso hasta el miércoles? Pues porque la buena mujer quería que le pusiese la tapa del inodoro de collar, porque si no no me lo explico. Pero bueno, allá estuve yo, dedicando unas 4h a limpiar el sábado. Limpiar el horno ahora está a la cabeza de tareas del hogar que odio. De hecho, si alguien está considerando acabar con su vida por el viejo método de meter la cabeza en el susodicho... por favor, piensa en el que lo tendrá que limpiar después, es una crueldad intolerable. Y aún madrugando para limpiar, la buena señora vino y me pilló todavía a la tarea, aunque parecía convencida por lo que vio... salvo por la parte en la que la explique que usaba la escoba para barrer la moqueta, y ella me respondió que en Inglaterra se usaban las aspiradoras. Apunto estuve de aclararle que en España también, y que además hace tiempo que no sacábamos nuestras lanzas para cazar leones, pero se salvó porque me proporcionó acceso a la aspiradora industrial de una vecina. Pero al menos se fue contenta.

El mismo miércoles volvió sin embargo... Así que volví a limpiar después de hacer la maleta. Me veía reflejado en los azulejos, hubiera comido de esa maqueta y para mirar la pila había que ponerse gafas de sol. Vaya, que la casera me dijo que si tenía algún amigo que se pareciese a mí que por favor se lo redirigiese para alquilarle alguno de sus pisos, y que si mis padres consentían que estaba dispuesta a adoptarme. Feel like a boss! Y entonces me dio un cheque por el valor de los días del mes que no iba a disfrutar en la casa. Y mi cara pasó de mostrar el sentimiento de "en España barreremos pero hace tiempo que aprendimos a hacer transferencias bancarias", pasando por el de "sólo me devuelves 9 días de alquiler, que estaría bien si pagase el día 30 de cada mes en vez del 5 del mes siguiente" y terminando en el políticamente correcto "no está obligada a devolverme nada, trágate la lengua, sonríe, coge el cheque y sal corriendo a ver si puedes ingresarlo en las 3h que te quedan antes de que salga el vuelo". 

Sí, la cajera a la que le entregué el cheque puso la misma cara que yo al ver ese artefacto arqueológico llamado cheque...

Pero aún quedaba el escabroso tema del depósito. Nada escabrosos si habéis leído hasta aquí, ya que la señora estaba encantadísima... salvo por el pequeño detalle de que pese a que mi contrato de alquiler era con ella, la cuenta que usaron para abrir el deposito estaba a nombre de su marido. De su difunto marido he de añadir. Y además la buena señora no había enviado una copia del certificado de defunción. Así que me encasquetó el certificado para que en mi último día en la empresa me tocase estar escaneándolo y enviándolo en su nombre a la compañía que gestiona el depósito... No sé si lo cobraré en algún momento...

Y por último... hacer la maleta. Mis padres ya se habían llevado un montón de cosas cuando estuvieron aquí. Las suficientes al menos para que tuvieran que pagar 20 libras por sobrepeso. Así que no esperaba tener problemas para transportar mis reducidas pertenencias de vuelta a España. No conseguí vender mis muebles, así que esos se tuvieron que quedar para disfrute de la siguiente inquilina (que si me descuido me meten en casa estando yo todavía allí....). Los trastos de cocina tampoco merecía la pena que me los llevase, así que decidí meterlos en una caja y enviárselos a Foly a su picadero en Londres. Así que me pasé una tarde envolviendo en papel de burbujas los platos, vasos, tazas, boles, cazos y sartenes varias. Pegando etiquetas a la caja que tomé prestada del curro, y dejándolo todo preparado para la llegada del mensajero que tenía que llegar el miércoles a coger el paquete. Si yo fuera una persona normal, esto no debería ni mencionarlo. Como no lo soy, el paquete sigue estando en el portal de la casa porque los de la agencia de mensajería han decidido no pasara a recogerlo en 5 días, pero me han jurado y perjurado que irán mañana... si es que queda algo que recoger después de 5 días.

Depicted here: El encargado de recoger el paquete... ¡Cuanto daño ha hecho el pluriempleo!

¿Y la maleta? Pues la maleta genial. Quiero decir, siempre he querido comprobar cuanto puedo meter en una maleta rígida. Aparentemente si me tumbo encima, puedo lograr encerrar 30 kilos en la maleta. Perdón, 29.9kg, porque si hubieran sido 30kg habría pagado 100 libras extra en vez de 90. Y además me rompieron el cierre de la maleta durante el viaje. De la maleta nueva que me trajeron mis padres de España porque la anterior estaba a punto de descuajeringarse. Y por supuesto, mi último recuerdo de Inglaterra fue un tío de 2m tocándome el culo con la excusa de hacerme un cacheo...

Y sí, por alguna estúpida razón sigo llevando la maldita pulsera de la suerte en la cartera, en un ataque de cabezonería por mostrar que algo que obviamente funciona no lo hace.

1 comentario:

Carlos dijo...

"mi último recuerdo de Inglaterra fue un tío de 2m tocándome el culo con la excusa de hacerme un cacheo... "

Bueno, veo que al final ligaste ;)