domingo, septiembre 18, 2011

Estoy jugando... Avadon: The Black Fortress

Spiderweb Software es una empresa indie (as in hay un solo tío sacando juegos, creo que ahora ha conseguido enganchar a su sobrino para que le ayude o algo) que lleva algo más de 20 años haciendo juegos de rol. Sí, 20 años. Yo la conozco desde que mis amigos me comentaron acerca de un juego llamado Exile, un RPG al más puro estilo de los juegos de la caja dorada. O más bien, lo correcto sería decir que me hablaron de su extensísima demo, que es como un tercio del juego. Sin embargo, reconozco que no pude enfrentarme a esos gráficos de mierda estilo retro, y que la perspectiva de pagar los 25$ que cuesta cada uno de sus juegos tampoco me llamaba. Pero he aquí que Jeff Vogel (el susodicho programador) ha sido tentado por Steam para poner su último juego a la venta al módico precio de 5$, así que ya no tenía excusa.

Sólo puedes ganar o morir cuando juegas al juego de tronos a Avadon...

Así que el día que salió lo cogí. Y sí, junto con las 60h que al final he invertido en acabar Gothic 2, es el otro motivo por el que mi partida de Witcher 2 se ha aplazado hasta que salga la nueva versión "guay" a finales de mes. Pero volviendo al juego en sí, Avadon: The Black Fortress comienza una nueva saga de juegos basados en un universo original de Vogel, o al menos todo lo original que puede ser un mundo de fantasía medieval. En él encarnamos a un joven recluta que se alista a las fuerzas de la susodicha fortaleza, que es la encargada de mantener el orden  dentro de El Pacto, una asociación de 5 naciones, unidas para poder controlar todo el continente en el que se asientan. A partir de aquí, como nuevo recluta, se nos encomendarán diferentes misiones a lo largo y ancho de Lynaeus, el continente en el que estamos, para mantener el equilibrio de poderes entre las 5 naciones y eliminar los peligros que acechan el delicado pacto.

Es imposible maximizar las habilidades de la parte superior porque no pueden tener más niveles que aquellas de las que depende...

El sistema de creación de personajes es... hum... limitado. En Exile podías elegir clase y raza, y luego distribuir puntos entre atributos y habilidades. Aquí no. Aquí simplemente se elige una clase de entre las cuatro disponibles (blademaster, shadowwalker, shaman y sorceress). No hay razas, no hay género (los das primeras clases son hombres, las otras dos mujeres), y no podemos elegir ni el retrato ni los colores de nuestro personaje. Cada personaje tiene 4 atributos, cada una influyendo alguna característica del personaje, aunque en general cada personaje sólo debe subirse una más algunos puntos en endurance para subir un poco la vida y el mana. También se tienen árboles de habilidades diferentes para cada clase, aunque tal y como están hechos aquí no me convence, ya que prácticamente te obliga a llenar la columna central, llena de habilidades pasivas y muy superiores a las activas. Si todo esto os suena un poco... "biowaresco", es porque lo es, admitido por el propio Vogel. De hecho, llegamos al extremo de tener un compañero de cada clase y poder elegir solo dos para cada misión, Bioware syle. 

Modo hoarder on: me salían las pociones, scrolls y varitas por las orejas... ¡usadlas!

Los gráficos son mediocres. Vale, sí, meterse con los gráficos de un juego indie programado por una sola persona es fácil, pero es que este juego lo lleva al extremo. Una cosa es no puedas hacer un Witcher 2, y otra que para representar a unos prisioneros metidos en un cepo en el centro de una plaza, tengas a pnjs estando al lado de los cepos. También se hacen muy cansinos, porque tras 47h de juego (según el reloj de Steam, que en algunos casos no es demasiado fiable), la reutilización de los sprites de los monstruos, decorados y personajes se hace insufrible, imitando también la sensación que produce jugar a Dragon Age II (así que al menos esto lo ha cogido bien). No ayuda tampoco que no haya música, ni apenas sonidos, por lo que acabas jugando con música de fondo (en mi caso, termine el juego matando al malo final con "Hijo de la Luna" de fondo (un poco anticlimático, lo admito). El interfaz tampoco es lo mejor del mundo. La bolsa de "basura" en la que puedes meter lo que quieras y venderlo en una tienda con un solo click es un acierto, pero que para coger cosas del suelo haya que abrir la pantalla de inventario es bastante chapucero, y es fácil perderse cosas por no verlas en la pantalla, aunque te acabas acostumbrando.

 El dragón de arriba es una antigua bestia terrible que atemoriza las tierras del pacto. El de abajo un dragón joven que está intentado construirse una guarida... Nótese la diferencia de tamaño...

Durante el juego se visitan hasta 3 zonas diferentes, sin contar la propia Avadon. Si he dicho que los gráficos son repetitivos, ni os quiero contar la historia. Visitaremos cada zona no menos de tres veces, en las que tendremos que volver a visitar a la mayoría de los NPCs que nos mandaron quests las anteriores veces para conseguir nuevas quests. Esta mecánica es aburrida, ya que te obliga a recordar todos los NPCs que en algún momento te dijeron que a lo mejor tendrían quests para ti más adelante, y además hace el mundo mucho más pequeño de lo que nos están constantemente contando. Además, la historia es bastante lineal, casi como ir de quest hub en quest hub en el WoW. Vogel intenta que nuestras decisiones tengan consecuencias, pero en realidad no las tienen, o ninguna que te importe al menos. 

Como aquí. Generalmente puedes elegir entre matar algo o no hacerlo... y luego aquello que hayas decidido no matar te dice que en realidad no se va a rendir pese a tu demostrada superioridad porque <inserte una mala excusa> y es más divertido pegarse...

Pero no todo son cosas malas, o no habría gastado tanto tiempo en el juego. Por una parte, el combate es bastante adictivo. Se desarrolla por turnos, pero son son bastante ágiles así que aunque te enfrenten contra un ejercito no tienes la sensación de que el combate se está alargando hasta el infinito (Fallout style). Le hacen falta más opciones de combate, ya que las habilidades no son suficientes y el combate a distancia es claramente superior para cualquier clase, pero tal y como está es hasta bueno. Al final de cada combate los personajes se curan al máximo, aunque no recuperan mana ni se eliminan los cooldowns en las habilidades. Esto ha obligado a diseñar los combates de tal forma que cada uno sea un desafío por sí mismo, sin que influya lo que vino antes o después y ofrece, en mi opinión, mayor diversión que el "peleo hasta que tenga que ir al pueblo a descansar". Por otra parte, los combates contra jefes son entretenidos, aunque se abusa de la mecánica de "el jefe invoca bichos que le dan inmunidad a un tipo de ataque hasta que mates al bicho". En un juego más corto no llamaría la atención, pero al décimo jefe que es así ya cansa.

Y aquí encima te esconden fuera de tu línea de visión el bicho que le hace inmune... 

El otro punto fuerte entra en contradicción con lo de los gráficos. Para suplir la falta de gráficos, el juego posee bastantes descripciones textuales. Y he de reconocer que son bastante decentes, y, aunque al principio choca, acaban siendo bastante gráficas al tener que imaginarte la escena en vez de mostrarla. Lamentablemente, ni la historia principal, ni las secundarias son dignas de mención. De hecho, hubo bastantes partes en las que me quedé pensando si este universo original tenía la peculiaridad de estar poblado por gente con graves taras mentales, porque muchos de los sucesos no tienen el más mínimo sentido. 

Aunqe a veces parecen un poco exageradas. Resumo esa: Giras una rueda...

TLDR: Es un RPG divertido y adictivo. Ninguna maravilla pero que bien vale su precio en Steam. Eso sí, jugadlo en mayor dificultad que Normal, porque si no los combates son demasiado fáciles.

OFFTOPIC: Ya sé que recomendé no ver Torchwood salvo que se sea fan de Doctor Who. Me retracto de lo dicho y recomiendo encarecidamente ver los 5 capítulos de la tercera temporada, titulados "Children of Earth". Es de lo mejorcito que he visto últimamente. No hace falta saber demasiado del universo de doctor Who para disfutrarlos.

3 comentarios:

Rodrigo Garcia Carmona dijo...

Vamos, que es una mierda. Es posible que valga 5$, pero no 47 horas de vida.

Deimar dijo...

No diría que es una mierda. Tiene muchas cosas que limar desde luego, pero es de calidad media. Yo no me arrepiento del tiempo invertido, ya te digo que el juego es adictivo y los combates son un desafio (al menos a partir de la mitad del juego, por eso deberia jugarse en dificil). Ciertamente hay cosas mejores en las que gastar el tiempo, pero tambien peores y como RPG no esta nada mal.

Deimar dijo...

Bueno, las 47 horas están un poco infladas, que muy a menudo tenia el juego puesto mientras echaba alguna partida de lol y eso ha ido sumando horas :p