domingo, abril 03, 2011

¡UARrrrrrr, Marineros!

Esta entrada va de piratas. Sí, de piratas. Pero piratas de los que robaban incluso a sus madres, no a los de la SGA... bueno, piratas de los de pata de palo, con parche en el ojo, con cara de malo, viejo truhán capitán de un barco que tuviera por bandera un par de tibias y una calavera (porque nunca está de más recordar algunas cosas). Pero antes de escribir la entrada, hay que aclarar cómo hemos llegado aquí.

He mencionado alguna vez que estaba rodeado de alemanes en el trabajo. Uno de ellos decidió vestirse del St. Nicholas bávaro para la comida de Navidad de la empresa, y dedicarse a repartir, a falta de una palabra mejor, descripciones de los presentes en la cena. La verdad es que estuvo muy gracioso, y el chaval es muy simpático. Lamentablemente se ha ido a un lugar mejor... es decir, de vuelta a Alemania. El caso es que el jefe de mi sección acabó teniendo que acceder a enseñarnos a los becarios más cosas sobre la historia de Bristol (que ya he mencionado alguna vez que es un completo gentleman muy erudito en la historia de la ciudad). Aprovechando que era la última semana del alemán, el lunes nos cogió a todo el que quiso para hacer el recorrido pirata de Bristol. Esta entrada va de contar lo que a mi me contaron. Como he tenido que esperar al fin de semana para poder hacer fotos a lo que nos enseñaron (que no me acordé de coger la cámara el lunes), los detalles de la historia son más que borrosos, así que avisados estáis que esto es un: lo que Deimar cree que pasó.

El guía: Pirate Pete

Quedamos a las 1900 en el puerto de Bristol. Allí estábamos dos alemanes, cuatro ingleses, un escoces, un tailandés y dos españoles. De repente vimos asomar entre la gente que había una bandera pirata. No iba vestido para la ocasión, pero la bandera ondeaba bien alto. Nuestro guía era un anciano ingeniero (de los de verdad, de los que construyen cosas y no los frikis estos de los ordenadores :p) que había pasado su vida (menos 20 años que estuvo en Oriente Medio) recolectando documentos y hechos para poder pintar (literalmente) el pasado de Bristol, sobretodo, la parte relacionada con piratas. Lo primero que nos enseñó nada más vernos fue que los piratas no dicen "arrrrr" sino "uaarrrrr" al paso de cualquier damisela. Recalco lo de cualquiera, ya que nos cruzamos con una cantidad inusitada de ancianas que se llevaron su correspondiente saludo pirata. Yo por supuesto me escondía detrás del alemán alto para no morirme de vergüenza.

El caso es que nos presentamos, y cada uno dijo su nacionalidad. Fui el primer español en presentarse, así que recibí el título de ser "Er Españó". A esto le siguió la declaración de que eramos el enemigo, y como "Er Españó", todas las preguntas que el buen hombre tuvo a hacer en las que estuviera remotamente relacionado algo español fueron para mí. Empezaba bien la tarde. Al alemán majete le tocó ser el portador de la bandera. Por lo visto en UK está prohibido llevar un palo largo por la calle, pero si le pones un trozo de tela ya no. Por si acaso nuestro guía nos contó que siempre le pasa la bandera a otro... "just in case".

Y así partió nuestra variopinta comitiva. Nuestra primera parada fue para contarnos un poco la historia de Bristol. Bristol está rodeado por dos ríos: el Avon y otro que no recuerdo (y que, como para mi "documentación" es una palabra que solo asocio al DNI, tendréis que buscarlo vosotros). El caso es que yo sabía que estos energúmen... astutos ingleses había desviado el río para hacerse el puerto... lo que no sabía era que habían construido las casas encima del río y todavía discurre por debajo del centro de la ciudad. El caso es que el río tiene bastante caudal, y es profundo, ergo navegable por barcos más o menos grandes y con acceso al mar, mirando al Atlántico. Esto propició que durante el siglo XVII floreciese un tipo muy concreto de comercio... el comercio de esclavos. Pero no esclavos negros, que también, sino principalmente esclavos blancos. Poniéndonos en situación, los portugueses más o menos dominaban África, los españoles gran parte del Caribe y Sudamérica, así que los ingleses se dedicaban a lo que mejor saben hacer... ¡da´po´culo!. Mencionar especialmente que el puerto de la ciudad tiene un puente dedicado a uno de los esclavos, que se rebeló, llamado Pero, y que era propiedad de una de las familias más ricas de la zona.



Nuestra siguiente parada nos llevó a la estatua de un "bristolense de toda la vida", John Cabot... o el italiano Giovanni Caboto, que suena mucho menos a inglés de toda la vida. El caso es que llegamos a la estatua del buen hombre y llegó la primera pregunta: 

-¿Quién descubrió América oficialmente? Venga, que es uno de los tuyos.
- Bueno, oficialmente nadie sabe de que nacionalidad era realmente y... - Porque... ¿de qué sirve ser un idiota si no puedes demostrarlo?
- Erm... y un italiano.
- Vale, vale, Cristobal Colón la descubrió, y Américo Prepu... Vespucio lo cartografió (lo que técnicamente no es descubrirlo).
- Exacto, Christofer Columbus (f u good sir, Cristobal Colón en nuestros lares), pero en realidad no. Fue este servidor de su majestad, John Cabot. 


En este momento, el otro español y yo cruzamos nuestras miradas y nos dirigimos un silencioso "esta tarde va a tocar tragar mucho" de resignación. Según nos contó el capitán pirata, Colón estuvo en Bristol con Cabot cuando descubrieron las cartas de navegación vikingas que indicaban donde estaba América (lo que no deja de resultarme curioso teniendo en cuenta que Colón pensaba que había llegado a las Indias orientales...). El caso, que Colón se le adelantó, y Cabot fue a llorar pedir a la corona británica un barco para ver si llegaba antes. El caso es que le construyeron un barco en Bristol, y 5 años después de que Colón llegase al Caribe, Cabot "descubrió" Norte América. Durante todo este relato, el guía nos estuvo enseñando fotos de sus cuadros de la construcción del barco, junto con cartas que le había enviado la reina (la actual al guía) y el departamento de estado de USA diciendo que les molaba su rollo cuadro.

La siguiente parada fue doble. Por un lado, vimos la limusina pirata. Una limusina más bien pequeñaja decorada con motivos piratas (calaveras and stuff), y que tenía un esqueleto en el asiento del copiloto. Nos comentó que a veces después del tour hace de taxista, especialmente de chicas completamente borrachas (no sé si de verdad quería decirnos eso :p). Aprovechando, nos enseñó su libro sobre los piratas. Estuve tentado de comprarlo pero luego dije "bah, ¿pa qué?". El jefe erudito sin embargo, cayó. Al lado de la limusina, se encontraba la torre del agua. Un pequeño edificio situado en uno de los puentes del río cuya funcionalidad es más bien macabra. El castigo por piratería en Bristol era ahogar a los piratas, y para ello les metían en la torre con un bonito peso atado, le daban a una palanquita y listo, pirata al agua. Con el beneficio añadido de que al ser dentro de la torre, nadie tenía por qué escuchar los molestos gritos o ver al hombre ahogándose.


Cuando se sentían especialmente sádicos sin embargo, los ataban a unas argollas que habían dispuesto en la orilla del río para que el pirata sufriese sin llegar a morir. Pero... un momento, Deimar... ¿no has dicho que Bristol era una ciudad pirata?. Y sí, lo era. El problema que había es que Bristol era el principal puerto en el Reino Unido, ya que Londres miraba hacia el lado equivocado, por lo que la mayoría de la gente prefería Bristol. Por lo tanto, se desencadenó una pequeña guerra de poder entre Londrés y Bristol, ya que la primera empezaba a ver su posición amenazada. Así que los piratas que morían en Bristol eran principalmente piratas londinenses.


Cruzamos el puente para entrar en lo que se conoce como la zona de Bedminster. Los nobles de aquella época toleraban a los piratas porque eran un buen negocio, pero preferían tenerlos lo más lejos posible. Y en este caso, lo más lejos posible significa al otro lado del río. Así que Bedminster se convirtió en la zona en la que apedreaban  a los guardias según estaban llegando al final del puente. Todas las naves de esclavos desembarcaban ahí. Aquí llegamos a otro interesante diálogo.

- ¿Quién es el más pirata de vosotros?
Todos miran a su alrededor, un segundo de silencio. El alemán alto se aparta y todo el mundo me señala a mí diciendo: ¡Deimar!. Frak... hijosde...
- Piensa, ¿que es lo primero que harías si fueses un pirata que ha vuelto con los bolsillos llenos después de meses de saqueo en el mar?
>> Piensa, piensa... ¡Ir a visitar a mi familia!. No, no, eso solo lo harías tú que eres una nena. ¡Yastá! ¡Irme de pfrutas!. Espera, espera... mira a tu izquierda, un jefe y varios compañeros de trabajo, mira a tu derecha, otro jefe y otros compañeros... optemos por la opción softcore de eso...
- Ir al pub.


Y al pub nos fuimos. A la posada de la Avestruz (llamada así porque era carne típica por lo visto). El sitio no dejaría de ser un pub normal y corriente si no fuera porque tiene un agujero al fondo con un esqueleto dentro. Como buena guarida de piratas, el pub estaba conectado con la red de túneles que hay bajo Bristol. Unos n cientos de kilómetros (¿qué? ¿no recuerdo lo que comí ayer y esperáis que me acuerdo de cuanto miden las cuevas?) que conectan todos los sitios importantes piratas, como la catedral, la casa del soplador de vidrio y varios pubs. Más sobre esto más tarde. No hay foto del esqueleto porque como he tenido que volver a ir para hacer las fotos, me daba palo entrar sólo para hacer la foto de la cueva.

De camino al siguiente punto nos enseñaron unos de los primeros Banksy. Por cierto, es imposible identificar el nombre por cómo lo pronuncia un inglés. Ninguno del grupo lo pilló hasta que no empezó a explicar quién era. El caso es que lo pintó es el casco de un barco, pero el jefe del puerto se lo borró, así que lo volvió a pintar al nivel del mar. Con dos huevos. Es la muerte, por si no se ve bien.


Lo siguiente que nos enseñó fue la casa del soplador de vidrio. Lo que se ve al fondo es la torre de la catedral de St. Mary Redcliffe. Casi todos los piratas llevaban botones de cristal, ya que el cristal era muy codiciado en África y el Caribe y les servía para comerciar. Además, parece ser que sólo en Bristol se dominaba la técnica de tintar los cristales (de azul, más concretamente), así que había una floreciente industria del vidrio. Justo al lado, se puede observar otra entrada a las cuevas. Según nos comentó el guía, a los españoles era normal pasarlos a cuchillo. A los esclavos se los vendía. Sin embargo, los ingleses no tenían ni idea de qué hacer con los franceses. Así que una vez que capturaron a un centenar de los mismos, no se les ocurrió otra cosa que tenerlos siete años en las cuevas escavando materiales para los cristales. No dejan entrar, pero por lo visto se pueden ver las 70 camas escavadas en la piedra. A los siete años los soltaron, por aburrimiento más que nada. Este sitio es curioso además porque los 21 capitanes pirata se ponían en la cima e iban repartiéndose el botín.




La siguiente parada está justo enfrente, en la otra orilla del río. Es un pub que atendía la inspiración de Long John Silver. Por lo visto, Robert Louis Stevenson era un asiduo de ese pub, y el dueño era un pirata con pata de palo. Además, ahí también conoció a un pirata francés que habían encontrado los locales en una excursión por el Caribe, y que se había pasado unos cuantos años en una isla con un grupo de nativos. Esta historia sirvió  como inspiración para Robinson Crusoe. También era el bar base de Barbanegra. Si algo de todo esto os hace levantar la ceja a modo de incredulidad... no estáis solos. El caso es que este pub está en la zona buena, pero era donde reclutaban a los piratas para los barcos. Uno pensaría que eso es razón más que suficiente para que los piratas vayan allí, pero no lo hacían (buf, cruzar el puente... ¿que pereza, no?), por lo que cuando un capitán pirata quería llenar su nave, esa noche había bebidas gratis. La taberna se llama The Hole in the Wall porque no debemos olvidar que nos encontramos otra vez en la zona... menos mala. Y a los guardias no les molaba eso de tener piratas rondando por ahí, así que siempre había un vigía mirando por un "pequeño agujero" (lo que yo llamaría ventana, y que es la pequeña caseta de la izquierda) para avisar de la llegada de la guardia y que todo el mundo huyese por los túneles. Una vez más, no hay fotos del interior porque no quería entrar sólo a hacer una foto :p



Finalmente, tenemos la plaza de la reina (Queen's square). Esta zona antes era un pantano, pero a los burgueses de la época (nominalmente piratas retirados) se empezaron a acomodar ahí. Tanto, que el precio del suelo se disparó a niveles absurdos (ahora es la zona más cara de Bristol, recordemos que empezó siendo un pantano). Como nota adicional, y recordando la rivalidad entre Londres y Bristol, cuando los USA se independizaron, Inglaterra estaba en guerra con ellos... pero Bristol no. Y Tantos es así que la primera embajada estadounidense se encontraba aquí.




Y así terminó nuestro recorrido. Luego nos fuimos a cenar a un nepalí que conocía el jefe. De la comida nepalí sólo diré una cosa... es básicamente como la comida india. Durante la cena mi jefe maximus me preguntó que qué era lo que más me había llamado la atención desde que llegué a Inglaterra. Y yo, en un alarde de que puedo ser tan pelota como el que más y aprovechando que tenía al lado a los dos jefes maximus dije:

- Pues vosotros dos. Porque parece que se puede hablar con vosotros sin que saquéis la chapa de jefe y tal... - lo que demuestra que se puede meter la pata haciendo la pelota.
Jefe 2 (no mi jefe maximus): ¿Y eso cómo lo sabes si nunca hablas con nosotros? - Debo... Resistir... La... Tentaci... a la mierda, me lo merezco: ¡OWNED!. Y también: Pues si me vas a pegar esos recortes, normal que no hable contigo.

Pues lo dicho, una entrada algo más larga de lo habitual... si cabe :p

PS: Llevo un rato largo peleándome con las imágenes. Después he pensado que este blog no lo lee ni Cristo, así que les pueden dar mucho por el orificio rectal y he optado por la opción con el menor ratio beneficio/esfuerzo.




2 comentarios:

Rodrigo Garcia Carmona dijo...

No sé si me parece una opción inteligente el ahogar a gente en la torre de la que sale el agua que luego te bebes...

Aunque supongo que los ingleses no beberán agua.

Y por cierto, tenías que haberle dicho al notas ése que antes de Colón ya habían descubierto américa los Vikingos, los Atlantes y los Americanos.

Deimar dijo...

Respecto a lo de los vikingos, se me ha olvidado mencionarlo, pero Cabot y Colón se conocieron aqui mientras compraban las cartas de navegación vikingas que supuestamente indicaban dónde está América...