viernes, noviembre 12, 2010

La despedida

Siguiendo con el relato de mi partida hoy voy a hablar de la semana en que me fui. La verdad es que no estaba nervioso, tampoco ansioso, tan solo asustado por saber donde narices  iba a dormir cuando se me acabase la semana de hotel que tenía contratada. Pero antes de adelantar acontecimientos, toca hablar de la semana en que partí hacia este lugar llenos de peligros y gente rara (vamos, lleno de ingleses).

Imagen aleatoria de un avión despegando... porque en realidad no tengo ninguna otra que poner :p

Mi vuelo salía en Miércoles, así que, como es habitual en mí, no había hecho apenas nada para preparar mi salida antes de esa semana. Como mucho, mirar un poco la página que me recomendaron en la empresa para encontrar piso, una página de anuncios de la que ya hablaré más adelante. 

Había organizado una cena de despedida con mis amigos para ese Lunes. La verdad es que no les había visto mucho en las semanas anteriores a mi partida (salvo a aquellos con los que trabajo claro, que habría tenido que esforzarme para no verles), así que había ganas de verles. Debido a mi exquisito gusto culinario, les llevé a lo que considero la gama alta de la comida madrileña... una hamburguesería (ya, lo típico habría sido un kebab, pero en pocos hubiéramos cabido los 20 que eramos). Me permito un momento sensiblero para comentar que si creyese en el karma y la reencarnación, debí hacer algo extremadamente bueno en otra vida, porque en esta no creo haber hecho nada que merezca tantos y tan buenos amigos. En cualquier caso, salí de allí con cierta pena y un libro de recetas bajo el brazo (e intentaré hacer algún plato que no lleve patatas o huevo en algún momento :p, ya pondré fotos de mis abortos experimentos culinarios).

Martes, último día de curro, así que nos vamos de tapas para celebrar que se libran de mí durante 6 meses al menos. Otra gente maravillosa a la que dejo atrás (snif snif... vale, ya paro con la sensiblería). Como uno intenta ser un buen profesional, acabo saliendo a las mil por intentar dejar lo más atado posible mis proyectos (lo que me indica que no debo ser demasiado buen profesional :p). Llego a casa y mi padre, con todo su cariño y su afecto, me tiene preparada una sorpresa... ¡¡le han llegado las piezas de su nuevo ordenador y quiere que se lo monte ya mismo!!. Total que entre que llegué bastante tarde y que tuve que cenar y eso (¡¡malditas necesidades humanas!!), acabé a las 2300 de montar el ordenador e instalar programas hasta dejarlo en un nivel aceptable. El lector avispado (si es que no se os escapa una, ¿eh?) notará que he dicho que mi avión salía el Miércoles y que no he hecho mención alguna a cosas como preparar la maleta... pero bueno, la antelación es para el que la necesita (los idiotas no solemos necesitarla). Por cierto, se me olvida mencionar, que leyendo alguna cosa sobre los diferentes y variados trámites que hay que realizar en el Reino Unido si vas a trabajar, me entero de que mejor si llevas el pasaporte, porque el DNI como que no lo tragan (lo cual por cierto es mentira, solo para un trámite me han pedido las dos cosas, para el resto ha valido el DNI). Mi pasaporte caduca en Octubre... fuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuck!!!! (que hay que irse acostumbrando a la nueva lengua).

Miércoles, el gran día. Madrugón a las 6 de la mañana para irme con mi padre a donde trabaja para renovarme el pasaporte (tiene una comisaría delante). Sorprendentemente, no soy el primero de la cola, pero tengo la ventaja táctica de haberme traído una banqueta y él no (¡ja!, ¡soy duro nenas!). No encontré ninguna foto mía de carnet actual, y la única que tengo es la misma que aparece en el antiguo pasaporte... ¿dirán algo? ¿no? Tres horas de espera cuando el sol ni ha salido dan para rayarse mucho con el tema (e incluso para aburrirse de jugar al Persona 3 en la PSP... al cual le doy mi foca de calidad), así que mi padre y yo jugamos al juego de las sillas mientras busco un foto-matón. Llego a uno... lo están limpiando... me quedo esperando... me dice que me vaya a otro... me voy al otro... no tiene electricidad... vuelvo... me quedo cruzado de brazos delante del limpiador... este ve mi cara de total desesperación y accede a que me haga las fotos (¡¡gracias limpiador anónimo!! pero que sepas que nadie puede tardar TANTO en limpiar la cabina de un foto-matón). Por fin vuelvo a recuperar mi puesto en la cola, aunque esta vez sin banqueta, que mi padre se tiene que ir a repartir ya y mejor que se la lleve en el coche... bueno, sólo queda una hora más para que abran... la cola de gente da la vuelta al edificio. Conseguí renovar el pasaporte... por cierto, te dejan mantener la foto anterior o cambiarla... si quieres (fuck fuck fuck fuck). De vuelta para casa, a ver si hago la maleta.

11 de la mañana... tocaba preparar la maleta hace 3 horas, ahora toca tirar todo lo que encuentre y pueda ser útil a la maleta y rezar que no se me olvide nada. Además, estaría bien prepararme comida para cenar en el aeropuerto (que el avión llega tarde a Bristol y lo de dar cena en el avión pasó de moda mucho antes de que yo pudiera coger aviones sólo), y dejar de evitar buscar apartamento. Aquí empieza mi segunda prueba de inglés, así que cargo algunos euros en mi cuenta de Skype, y me dedico a llamar a los anuncios que más o menos tenía fichados. Supero la prueba con cierto orgullo, ya que no me ha costado demasiado entenderles y que me entiendan (salvo las direcciones, tema del que ya hablaré más adelante), y me quedo con 3 citas para los siguientes dos días. Me voy despidiendo de la familia según se van yendo. Al final nos quedamos solos en casa mi padre y yo (que estaba como una plañidera, creo que debería dejar de ver películas de Meg Ryan que me han afectado al cerebro...), y llegada la hora fatídica, cogemos el coche y nos vamos a Barajas. Dice muy poco de mí que mientras estamos en la cola para embarcar la maleta, sea mi padre el que ligue con las dos chicas que tenemos delante (por cierto, al menos con una de ellas, ¡buen ojo, papá!). Lamentablemente las chicas iban a Londres, pero al menos conseguí realizar uno de los sueños húmedos de todo ingeniero: sacar en la conversación que eres ingeniero (¡eh! ¡que preguntaron ellas!) y que te suelten "Este es un buen partido" (debe ser la primera vez en el siglo XXI que alguien dice algo así... obviamente mi opinión es que ese alguien no tiene mucha idea de como esta el tema :p). Finalmente, me despido de mi padre y de sus ligues para pasar el control de seguridad, y me dispongo a pasar hora y pico esperando (más PSP... ha sido mi amiga más fiel en los últimos dos meses :p) y para cenar... pues para cenar en el bar del aeropuerto, porque una de las cosas que no cogí fue el sándwich que me había estado preparando (espero que lo disfrutáseis, familia). Al menos el avión salió y llego a la hora planeada...

El resto de mis aventuras (si has leido hasta aquí abajo voy a suponer que tienes un GRAN interés en ellas y ningún tipo de vida social... vamos, que eres yo) las dejo para otra ocasión, que una vez más me ha salido un wall of text crit.

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