miércoles, noviembre 17, 2010

Estoy viendo...

Para no aburrir del todo con mi vida (que tampoco es que esta entrada vaya a ser la diversión personificada... salvo que por algún extraño motivo descubra que la combinación de letras y el fondo provoca carcajadas), voy a empezar a hablar de los libros (bueno, técnicamente ya he hablado de un libro en este blog al menos, pero fue hace 4 años), películas y series que este consumiendo. AVISO SPOILERS!!!. Empezaré por una película:

O el asesino del Scotex rosa

Los cronocrímenes
La verdad es que tenía ganas de verla, porque no había oído nada más que maravillas de ella... y obviamente, como pasa casi siempre que me "hypean" (podéis esperar bastantes más anglicismos por mi parte, avisados quedáis :p) una película, pues me pareció bien, pero nada del otro mundo. Quiero decir, Primer se estrenó 3 años antes y se nota que Los Cronocrímenes le debe mucho. Principalmente porque, con detalles diferentes, es básicamente la misma historia. Alguien construye una máquina del tiempo y se mete en líos por usarla. Ya sé que esa descripción podría ser perfectamente una patente de Microsoft, pero tampoco quiero "spoilear" (estábais avisados, no haber seguido leyendo). Sólo (me declaro rebelde ante la R.A.E.) decir que la manera que se les ocurre a los protagonistas de resolver el entuerto... es básicamente la misma, aunque difieren en el resultado. 

Por una parte me sabe un poco mal criticar una película española de ciencia-ficción (y más una que con relativos pocos medios, ha dado un resultado tan resultón), pero por otro creo que deberían haberse esforzado más en pulir algunos aspectos. La interpretación no es adecuada... vamos, a mí me parecía que estaban leyendo del guión directamente. Especialmente la parte después de que el protagonista (Karra Elejalde) viaje en el tiempo (spoiler leve, que la película se llama Los Cronocrímenes), que no muestra la más mínima expresión, viaja en el tiempo como quién va a comprar naranjas a la frutería. Nacho Vigalondo, que además de ser el director, interpreta uno de los papeles, debería haberse sacado de la película y haber cogido a un actor... de verdad. Otro fallo es imposible sentir algo por ninguno de los personajes. Aquí ya no sé si es un efecto de la actuación o del guión, porque de verdad que no podría importarme menos lo que les pasase. No son personajes a los que puedas cogerles cariño, tampoco sé si podrías odiarles y desde luego, no podrías identificarte con ellos porque la película es una continuación de situaciones totalmente aleatorias (que sí, que vale, es parte del juego de la película, pero aún así resulta estúpido). Por supuesto, también contamos con el desnudo de una chica de buen ver (como toda película española que se precie), y por supuesto, ese desnudo es totalmente innecesario y no pinta nada (en realidad, como en toda película española que se precie, por fortuna parece que los nuevos cineastas van aprendiendo que no hace falta tener una media de 3 tetas y media por película para que vayamos a verlas). Vamos a ver, la época del destape pasó ya hace 20 años, yo creo que ya nos podemos tranquilizar, que para ver desnudos ya tengo internet. No os confundáis, no me quejo de que haya un desnudo porque soy casto y puro cual blanca paloma posada en un cerezo en Abril, me quejo de que no aporta absolutamente nada, y da la impresión de que el personaje de la chica (Bárbara Goenaga) sólo está ahí para atraer adolescentes a la butaca: tiene 4 frases mal contadas en toda la película, se pasa toda la película empitonada en una camiseta ajustada (sin sujetador) y pantalones cortos, y debe ser el personaje con más acciones inexplicables tiene en toda la película.
 
La chica en cuestión... plagiando homenajeando a Miki Nadal: ¡Ay omá que rica!

En resumen, Primer es mejor, mejores actuaciones y mejor guión. Los Cronocrímenes se deja ver y soluciona una tarde, pero si hay que elegir, ved Primer.

No hay comentarios: