lunes, julio 25, 2011

Deimar does China (III)

[Previously on Deimar's... esto. Voy a darle algo de caña que si no esto se eterniza]

26/06/2011

Tras dormir un mínimo, me pongo a ver Dawn Treader, la última de Narnia. Sobre esta película sólo decir que es mediocre, y mucho menos sutil que las anteriores con el rollo religioso. Pero al menos me sirve para entretenerme durante el viaje. Más que el capítulo random de Padre de Familia que encuentro que trata sobre como Stewie y Brian se quedan encerrados en una caja acorazada de un banco y Brian acaba comiéndose la mierda de Stewie. Sí, yo casi me pego un tiro también.


Mapa de viaje de China - Día 1

Finalmente llegamos a Beijing. Y para no ser menos que lo que llevo de viaje hasta ahora, las desgracias se suceden una detrás de otra. Me doy cuenta de que no tengo ninguna dirección que poner en la declaración de entrada al país ya que los primeros días vamos a dormir en trenes. Así que intento llamar por teléfono a mis amigos para que me den una. Tengo un número español y otro inglés. Me traje el español porque mis padres pueden recargármelo desde España. Lo que no pensé es que no me dejarían hacer llamadas con mi tarjeta española. Intento recurrir a las cabinas a ver que se cuentan. La primera se traga mi tarjeta de crédito, me deja llamar* pero no me lo coge ni Cristo. Lo intento con varios teléfonos. Nada, salvo que consigo cargarme la cabina y se queda bloqueada (uno más a mi cuenta). Ah, además se ha quedado en negro con la llamada todavía funcionando... la factura de la tarjeta puede ser graciosa...

Tras perder mucho mucho tiempo decido que soy tontito. Pongo "Happy Dragon Inn" (no, no es coña, se llama así nuestro hostal en Beijing... ¿lo mismo hay suerte y mi dragón se pone happy happy?) y tiro a ver qué me dicen. Obviamente, no me dicen nada porque esas tarjetas no se las lee nadie. Pero gracias a mi ineptitud, he perdido el autobús de las 1500 que me llevaría hasta Tianjin. Explico que nuestro primer tren sale de Tianjin en lugar de Beijing porque no quedaban plazas desde Beijing. Y porque JJ vive en Tianjin y compró él los billetes.

Lo que en China entienden por una fila india...

Pues nada, 1 hora de espera hasta el siguiente autobús. Aprovecho para cambiar moneda (es realmente impresionante ver que el cambio es al 900% y hace ilu tener dinero contándolo con 4 cifras), y compro una tarjeta de teléfono para poder llamar desde las cabinas... que obviamente no funciona. Al que le sorprenda es que no está siguiendo con atención los acontecimientos. Me hubiera tirado a las vías del tren para acabar con mi sufrimiento pero estoy seguro de que sólo me habría lisiado. En fin, al final lo que estaba roto eran las 5 primeras cabinas, pero en la sexta la tarjeta funcionó (a cabezota no me gana nadie). Consigo quedar con JJ en la terminal de autobuses de Tianjin una hora más tarde de lo previsto. 

Me voy a comprar el billete del autobús y empiezo a ver algunas de las peculiaridades de la cultura China. Como la inexistencia de colas. Que un servidor desconocía y estuvo viendo cómo llegaban chinos que compraban billete delante de él hasta que un señor le preguntó a donde iba y me venden el billete para las 4. Eso es mentira, porque los billetes no tienen hora, y si se llena el autobús te fastidias pero bien y esperas otra hora, aprendiendo y yéndote a esperar a la terminal desde la que sale el autobús en lugar de hacerlo en una que le pilla de camino. Pero no, eso no me pasó (algo que sale bien al menos), pero sí les pasó a los de la siguiente terminal.

Mientras espero al autobús, me hago amigo de un chino que estaba esperando en la parada  (a.k.a. el chino se hizo colega mío). Por una parte, un poco fail porque yo quería dormir en el autobús (2 horas y media de viaje). Pero la verdad es que estuvo bien. Mi coleguilla, Wailo (spelling? what's that?), me estuvo contando que aunque era chino de nacimiento, llevaba 4 años estudiando ingeniería química en Houston, y que su vuelo había durado 76 horas (Schadenfreude!!).

Good ridance aeropuerto de Beijing!!!

Del viaje poco que contar. Pese a google maps, Tianjin no es una continuación de Beijing. De hecho el paisaje no podría recordarme más a las autopistas de Castilla (salvando la publicidad en chino, ¡¡quiero probar la sopa de Jackie Chan!!). El estilo de conducción chino es, pese a mis opiniones anteriores sobre el método belga, el peor que he visto. Palabras como sentido, respeto o no picarse con los camiones u otros autobuses carecen de significado. La frecuencia de pitidos (tanto recibidos como emitidos) es cercana al Hz. Cerrar el paso en las incorporaciones es la marca de la casa y cruzar autopistas (o cualquier calle) por donde te de la gana siendo peatón es el método por defecto para ir al otro lado de la vía. Y al contrario de lo que pasa en UK, aquí no te garantiza nadie que vayan a parar para que cruces (de hecho, te puedo garantizar lo contrario).

El caso es que llegando a Tianjin, a mi coleguilla le dio por tratarme cual gremlin cualquiera y darme las 3 reglas:
  1. No te fies de nadie
  2. Cuidado con los carteristas
  3. No comas cosas después de la media noche... digo... no comas cosas de la calle.
Al menos ya sé que esta es la cara que tengo después de 25h de viaje...

Viniendo de un chino, sonaban a cosas a tener en cuenta. Aunque, como buen gremlin, las ignoré por completo. Y con esto acabó nuestra bonita relación. Nos bajamos, nos despedimos educadamente y cada uno se subió a su coche. Salvo que a diferencia de mi amigo yo no tenía a nadie esperándome. 

Bueno, bueno, tranquilidad. Seguro que sólo se han retrasado un poco. 10m no son nada... 20m empieza a ser sospechoso.. ¡¡MEDIA HORA!! ¡¡PANIC MODE ON!!¡TENDRÉ QUE DORMIR DEBAJO DE UN PUENTE Y ME ACABARÁN SACRIFICANDO AL JEFE SUPREMO DEL PARTIDO!!. Erm... ejem... bueno, pues eso, que estaba en modo ¡voy a morir aquí!. Sin móvil, sin cabinas a la vista, con la posibilidad de que hubiera otras entradas a la estación u otras estaciones y con 40 taxistas que me acosaban cada vez que me veían. Otra de las características chinas, no entienden un no por respuesta, ni siquiera tras 20 noes. En fin, al final JJ y su novia, a la que apropiadamente llamaré SS, me recogieron  tras 40m de espera y de querer tomarme una tila... Como nota aparte, descubrí que aunque no me dejaban llamar, sí que enviaban mis sms.

JJ lleva ya un añito viviendo aquí y se le nota que ha adoptado el manual de conducción chino (o como he preferido bautizarlo, el manual de supervivencia). Finalmente conseguí reunirme con el resto de mi grupo de viaje [dejo las presentaciones para la siguiente entrada, que esta se está alargando]. Aguanto el chaparrón de coñas "3h tarde Timmy" (un clásico que reconocerán los que leyeron mi viaje a New York), actualizadas a "1 día y medio tarde Timmy". Por fortuna, parece que aparte de un dios jabalí de 7 brazos, la mejor-comida-de-la-historia-que-jamás-se-podrá-repetir (TM) y la sospecha de que a un amigo chino de JJ le ofrecieron una niña, parece que no me perdí nada.

Tianjin, a orillas del río. Fotografo: Kaiser.

Paseamos un poco por Tianjin, y al menos la parte de río al lado de la estación de tren es bastante bonita (aunque los europeos residentes en la zona no escatiman mierda sobre la ciudad). Finalmente, consigo deshacerme de mi peligrosa mercancía, con la alegría que da tener espacio en la mochila para guardar cosas de las otra mochila. Pero soy lento y el espacio es fagocitado por el dios de la mochila. Shiiiiiiiiiigh!. Nos despedimos y nos metemos a la estación a coger nuestro tren hacia Datong.

Todas las estaciones de tren y metro en China tienen un control de seguridad. Pero es el control más lol de la historia. Básicamente, ni miran lo que pasa por el escáner, ni te miran a ti cuando pasas por el detector (y siempre pita, porque no te hacen quitarte nada). Así que al menos es rápido. Molesto por tener que quitarte la mochila, pero rápido. En los trenes nocturnos existen 3 modalidades: sentado, hard sleeper y soft sleeper. Nosotros cogimos hard sleeper porque los compartimentos son de 6, justo los que eramos nosotros. Eso significa que básicamente tienes una tabla de madera a la que le han puesto una alfombra encima para dormir. Soft sleeper creo que es lo mismo pero con 4 tíos por compartimento, y con compartimentos aislados (los de hard sleeper no lo están, no hay puerta ni pared que los separe del pasillo). Pero pese a mi descripción, la experiencia no fue en absoluto desagradable (salvo que apenas dormí, pero la culpa es del jet lag, no del tren), y sólo por ver a un señor que sobrepasaba los 40 subir en modo ninja a las literas superiores en vez de usar las escaleras ya mereció la pena.

¡¡ESTOY EN CHINA!! ¡¡YA NADA PUEDE SALIR MAL!!


*El sistema es un poco extraño, metes la tarjeta, detecta que es extranjera y llama a un número automágicamente. En ese número te piden que introduzcas los datos de tu tarjeta (¡peligro de timo! ¡peligro de timo!) y el número al que quieres llamar. Total, que es un proceso largo. 

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