miércoles, marzo 30, 2011

Estoy jugando... Amnesia, The Dark Descent

O más bien debería decir que NO estoy jugando Amnesia. Me compré el juego durante una de las ofertas de Steam ya que había oído cosas muy buenas sobre él y había jugado a Penumbra, el primer juego de Frictional Games, y me había medio gustado. Esto significa que el juego tenía fallos pero eran perdonables. El caso, es que me decidí a darle una oportunidad, y la verdad es que el juego es bastante bueno en algunos aspectos, sin embargo, está dirigido a un tipo muy específico de público, entre los que no me encuentro. Yo soy más del grupo que se caga en los pantalones jugándolo y que decidió que eso era demasiada tensión. Así que esta es mi opinión basada en algo más de dos horas de juego y de ver un Let's Play de aproximadamente un 85% del mismo.


Amnesia es una aventura de terror. Esto es, hay terror y el juego básicamente se basa en resolver puzles. No es survival horror porque una de las características del juego es que no tendremos acceso a ningún tipo de arma. En el juego encarnaremos a Daniel, un hombre que se despierta en un castillo abandonado, sin la menor idea de cómo ha podido llegar ahí. Como única pista, un rastro de ¿sangre? ¿pétalos? que le llevan hasta una carta escrita por sí mismo, en la que se pide matar al señor del castillo para evitar nuestra muerte a manos de una malvada fuerza que nos persigue. Además, a lo largo de nuestro camino encontraremos páginas de nuestro diario que nos irán contando más y más de nuestra historia y de la del castillo.

Al igual que Penumbra, asumiremos el control de Daniel desde una perspectiva en primera persona. Casi cualquier acción que queramos realizar, se hace mediante gestos de ratón. Por ejemplo, para abrir una puerta deberemos pulsar el botón izquierdo del ratón sobre ella para agarrarla, y mover el ratón en el sentido en el que debería abrirse. Esto permite interactuar con casi todos los elementos a nuestro alrededor. Lamentablemente, nada de eso sirve para protegernos de los enemigos. 

Visión nublada... Sí. Manos temblando... Sí. Corazón acelerado... Sí. El diagnóstico diferencial nos induce a pensar que eso debe ser un enemigo...

La gran baza del juego es su excelente ambientación. Gracias a la combinación de música y ambiente el juego realmente consigue meterte en el cuerpo esa sensación de miedo a lo desconocido. Los escenarios son bonitos aunque no muy variados, y consiguen ser bastante opresivos. Se juega mucho con la luz y la oscuridad. Daniel pierde cordura cuando se encuentra a oscuras, y cuando está lo suficientemente baja empezará a oír sonidos por todas partes (pasos en el piso superior, gritos, etc...) o a ver cucarachas que se suben por la pantalla.

Y como hemos hablado de cordura y fuerzas oscuras hay que comentar lo obvio. Al igual que en Penumbra, la influencia Lovecraftiana se nota en muchas cosas. No recuerdo si en alguno de los juegos recurren al mítico    'Ia! Ia! Cthulhu Fhtagn!' pero desde luego poco les falta. Y así tenemos clásicos como un medidor de cordura, o que nuestro personaje no puede ni soñar con enfrentarse a engendros venidos de más allá del tiempo.

Cerdos destrozados... un habitual de los relatos de Lovecraft

Y ahora las cosas malas. A diferencia de otras críticas, estos "fallos" que le veo al juego son bastante subjetivos, ya que en general tienen que ver conque me guste o no la mecánica elegida. Para empezar, me toca infinito los huevillos el tema de la luz, que además está íntimamente relacionado con el tema del combate. Daniel adquiere muy pronto en el juego una lámpara de aceite que es una de sus fuentes de luz durante el juego (y de cordura por ende, que la recupera al estar en la luz). La otra viene en forma de yesca que puede utilizar para encender antorchas y candelabros que haya en el castillo. Tanto la lámpara como la yesca se pueden agotar. Esto es una forma de incitar a la exploración del castillo, aunque no sea más que para encontrar aceite, y de hecho, no he visto que escasee especialmente. Sin embargo me parece una mecánica innecesaria. No aporta nada. Los enemigos te atacan inmediatamente si te ven en un rincón iluminado, así que al final puedes optar por hacer como se hacía en Penumbra e ir a oscuras. De hecho, hay una zona del juego en la que básicamente tienes que ir a oscuras por narices y es una mierda. Hay pocas cosas menos interesantes que recorrer habitaciones en las que tienes que ir pegado a la pared porque no ves a más de un metro. Que sí, le da mucha ambientación y tensión, pero me parece aburrido.

La única forma de esquivar a los monstruos es esconderte en un lugar oscuro. Durante la primera mitad del juego eso serán armarios en los que te tienes que encerrar hasta que deje de sonar la música de enemigo. ¿Qué haces si te encuentras a un enemigo en un pasillo a oscuras? Te echas a un lado, agachado y miras a la pared, porque si Daniel ve a un monstruo le dará un ataque de pánico y decidirá salir corriendo. Si te encuentras a los monstruos estando iluminado... te toca correr y esconderte hasta que se olviden de ti (el truco de agacharse a oscuras funciona incluso cuando te están persiguiendo). En Penumbra al menos tenías acceso a armas y, aunque era difícil, podías matar a algunos enemigos. Aquí no, y la verdad es que esta sensación de indefensión, unido a que es aburrido ponerse de cara a la pared durante más de un minuto hasta que el monstruo pase, no va conmigo. Para eso ya tengo la vida real.

La mabientación está muy bien, sí... pero al decorador de interiores del castillo habría que colgarlo.

Los puzzles no son demasiado complicados. Puede que cueste un poco superar alguno, pero en general han conseguido una progresión adecuada. Les limita mucho el hecho de no tener otros personajes con los que interactuar, por lo que la mayoría se limitan a puzles físicos (palancas, cajas y demás), aunque tiene unos cuantos de combinar cosas en el inventario. La historia, por lo que he visto, no está del todo mal. No es un prodigio que os va a sorprender, pero es aceptable. 

En definitiva, el juego está bastante bien si eres del tipo de gente que le gusta el terror en sus juegos, vivir siempre en tensión (yo no soy uno de ellos). La ambientación, como ya he dicho, es difícilmente superable. Y sin embargo, como juego basado en los relatos de Lovecraft, me seguiré quedando con mi queridísimo Eternal Darkness, que en ambientación es tan bueno como este, pero además es divertido (y que si no habéis jugado y os consideráis fans de Lovecraft no sé que hacéis que no lo estáis consiguiendo).

1 comentario:

Rodrigo Garcia Carmona dijo...

Yo también lo tengo de la misma oferta. Algún día debería jugarlo...